Desde hace unos años los padres y las madres escuchan constantemente hablar del tiempo de calidad. Un concepto moderno que señala que no importa tanto el tiempo que estemos con nuestros hijos sino la calidad de ese tiempo. La conciliación laboral ha convertido en un gran problema para la crianza de los hijos y muchos padres tienen que conformarse con este “tiempo de calidad”. Pues bien, Los niños necesitan tiempo, cuanto más mejor, sea de calidad o no. Y treinta minutos está claro que no es tiempo suficiente.
Los padres y las madres españoles no dedican más de 2 horas diarias al cuidado y atención de sus hijos/as según la encuesta ¿Cuánto tiempo se dedica en España a los hijos? con la que se pretende estado de la racionalización de horarios, productividad, corresponsabilidad y conciliación en nuestro país. Además las madres según la encuesta dedican más de dos horas diarias pero lo padres tienen menos tiempo, entre 1 y 2 horas.
Este tiempo que dedican a sus hijos es considerado, en un 63 % de las personas que han respondido la encuesta, como menos tiempo del necesario. La mayoría de los padres consideran este tiempo insuficiente para las necesidades diarias de sus hijos.
La aventura de conciliar
La vida actual se ha complicado en exceso para los padres y las madres. Muchas familias necesitan obligatoriamente tener dos sueldos para vivir por lo que resulta casi imposible que uno se dedique en exclusiva al cuidado de los niños. Incluso si uno de los progenitores pide reducción de jornada sigue siendo complicada la conciliación familiar. Normalmente el cuidado de los hijos suele estar en manos de terceras personas ya sean los abuelos, los cuidadores o instituciones públicas o privados como las escuelas infantiles.
Aunque los niños salen del colegio a las 4 ó 5 de la tarde, muchos padres no llegan a casa hasta las 8. Los padres tienen que buscar clases extraescolares o cuidadores para que se ocupen de los niños durante ese tiempo. Los horarios actuales hacen muy complicada la conciliación en la mayoría de las familias. Como los niños se tienen que acostar pronto para rendir al día siguiente, los padres solo tienen como mucho media hora. Muchos padres reconocen que solo ven a los hijos en pijama a diario y a veces solo tienen el tiempo suficiente para contarles un cuento antes de dormir.
Encontrar tiempo a diario
Los padres reconocen en la encuesta que existe una gran dificultad para encontrar tiempo para estar con sus hijos a diario. Esta anómala situación causa insatisfacción, estrés, cansancio, mal humor e incluso según la encuesta trastornos psicológicos y enfermedad. El tiempo, también según esta encuesta, lo dedican los padres el 81,59 % a darles de comer, seguido de algo tan cotidiano como es conversar. El 50,6% del tiempo lo dedican a jugar y el 47,6 % a hacer los deberes con sus hijos.
Las empresas y las instituciones tienen que ayudar a revertir esta complicada situación que influye en la conciliación a las familias. Además influye directamente en la baja natalidad actual y en la inestabilidad de las familias. Un reto que se debe resolver antes de que la situación sea demasiado complicada con medidas como horarios diferentes que permitan la conciliación o teletrabajo por ejemplo.
El timo del tiempo de calidad
Por tiempo de calidad se entiende aquel en el que los padres compartimos con los hijos juegos, cuentos y actividades. Tiempo que nos ayuda a comunicarnos con ellos y que refuerza nuestra relación. El problema es que los padres no pueden estar con sus hijos en las actividades del tiempo que “no son de calidad”, pero que también son parte de la vida de sus hijos.
Los niños necesitan tiempo, cuanto más mejor, sea de calidad o no. Y treinta minutos está claro que no es tiempo suficiente. No basta con que los padres les lean un cuento antes de dormir y les den el beso de buenas noches. Incluso muchas veces los padres se encuentran que a esas horas de la jornada los niños hijos ya suelen estar nerviosos y cansados y no suelen estar dispuestos a recibir ese tiempo de calidad.
Para muchos padres esa teoría del tiempo de calidad es simplemente un timo. ¿Cómo vamos a crear un vínculo con nuestros hijos cuando solo les vemos media hora diaria? ¿Cómo vamos a conocer a nuestros hijos si solo les queremos dar ese tiempo de calidad en el que poco podemos hacer más que escucharles y contarles un cuento?
Aprovechar todos los momentos
Ante la situación, los padres tenemos que aprovechar todos los momentos del fin de semana para estar con nuestros hijos. Por ejemplo el momento de la compra semanal o las labores de la casa. Sentarnos junto a él en el sillón sin decir nada pero estar a su lado puede ser uno de los mejores momentos de la semana para nuestro hijo.
Cualquier actividad cotidiana nos puede ayudar a establecer un vínculo con nuestros hijos. El tiempo que no pasamos con nuestros hijos cuando son pequeños no se puede recuperar. Los padres tenemos que buscar durante su infancia y adolescencia esos momentos en los que podamos ofrecer a nuestros hijos simplemente nuestra presencia y predisposición a estar disponibles si nos necesitan.