Se acaba de cumplir el décimo aniversario de aquella gran manifestación del 18 de junio de 2005 que supuso la primera gran eclosión pública de la presencia, liderada por el Foro de la Familia, de las familias españolas como agentes responsables en la construcción de la sociedad. La presencia masiva, alegre y positiva de las familias españolas en la calle reivindicando leyes justas puso en marcha un movimiento que hoy, diez años después, sigue vivo.
A aquella manifestación del 18J siguieron otras grandes manifestaciones en defensa de la libertad de enseñanza y del derecho a la vida, y la puesta en marcha de ILPs tan fructíferas como las que estuvieron en la base de la creación de lo que hoy es REDMADRE. Procede, en consecuencia, felicitar a todos los que participaron en la organización del 18J y a todos los que estuvieron allí presentes, porque aquella explosión de alegría reivindicativa supuso el impulso inicial a un movimiento de largo alcance y de profundas consecuencias sociales en el medio y largo plazo.
Aunque con esas manifestaciones no se consiguiese el objetivo específico político de la no aprobación de una ley concreta, sí se ha conseguido que las familias españolas vayan adquiriendo un protagonismo y una capacidad de presencia pública de los que carecían hasta entonces. Ahora toca perseverar en este esfuerzo.
Los grandes cambios sociales en los temas humanos de fondo que lastran nuestro momento histórico no se conseguirán en el corto plazo y por ello, las personas comprometidas con la defensa de la familia y la vida debemos ser corredores de fondo empeñados, con constancia y sin impaciencias, en generar una ola de fondo que vaya creciendo y conmoviendo todas las estructuras sociales para que algún día podamos disfrutar de una sociedad donde mayoritariamente se aprecie y se proteja la vida humana y la institución que es el ecosistema natural de la vida, es decir, el matrimonio y la familia en él fundada.