Después de meses de intenso debate, los diputados del Parlamento Europeo han dado un importante paso hacia el respeto a la vida y la dignidad de los más débiles, los no nacidos, al rechazar de nuevo este martes, 10 de diciembre, el Informe Estrela sobre «salud sexual y reproductiva y derechos reproductivos».
Con 334 votos en contra del informe, 327 a favor y 35 abstenciones, los eurodiputados tumban por segunda vez la propuesta elaborada por la socialista portuguesa Edite Estrela, con la ayuda de la abortista International Planned Parenthood Federation (IPPF), que pide a los gobiernos europeos que aseguren que la educación sexual forme parte de la enseñanza obligatoria en primaria y secundaria.
En su lugar, prosperó una resolución en la que se destaca que el aborto y otras políticas de salud sexual, así como derechos afines y la educación sexual en las escuelas, son competencia exclusiva de los Estados miembros y no de la UE.
El informe indica también que los servicios públicos deben ofrecer servicios de aborto «legales, seguros y accesibles», y esta propuesta no llegó a votarse porque prosperó una resolución contraria de los grupos PPE y Conservadores y Reformistas (ECR).
Las diferencias entre los grupos políticos sobre el contenido del informe que ha sido apartado ya quedaron patentes en el pleno de octubre, cuandola Eurocámara devolvió el texto a la comisión de Derechos de la Mujer para su reformulación.
Los argumentos de Estrela
Entre los argumentos del informe Estrela que provocaron el rechazo de la mayoría del recinto figura la idea de que «como objetivo de derechos humanos y salud pública», los servicios de aborto deben ser «legales, seguros y accesibles» dentro de los sistemas públicos de salud de los Estados miembros. Y también que las mujeres que se hayan sometido a un aborto ilegal no sean perseguidas por la Justicia.
También critica que en ocasiones se «impide o retrasa» el acceso al aborto en los supuestos en que es legal, con «obstáculos» como «el uso extendido de la objeción de conciencia, períodos de espera médicamente innecesarios o asesoramiento parcial».
La eurodiputada Estrela incluye otras cuestiones relacionadas con la salud sexual, como la necesidad de que las mujeres tengan acceso a revisiones ginecológicas y mamografías anuales, y tacha de «inaceptable» que con la «excusa» de los recortes para superar la crisis se reduzcan estas prestaciones en algunos Estados miembros.
Además, reclama servicios de fertilidad y opciones reproductivas «no discriminatorias» para que tengan acceso a los tratamientos todas las mujeres, también en el caso de solteras y lesbianas.
Educación sexual «obligatoria en las escuelas»
Otras de las cuestiones del informe que ha provocado el rechazo de los eurodiputados conservadores se refiere a la petición de que la educación sexual «sea obligatoria para todos los alumnos en las escuelas primarias y secundarias» y que se preste especial atención a este tipo de programas.
Los Estados miembros, además, deberían ofrecer servicios de salud sexual y reproductiva «adecuados para adolescentes» en función de su edad, maduración y evolución de sus capacidades, según el informe. Los adolescentes deben poder acceder a estos servicios «sin el consentimiento de sus padres o tutores», añade.
Tras el voto en contra de su informe, Estrela llamó “hipócritas” a los eurodiputados “que votan en contra de los derechos de salud sexual de las mujeres pero luego premian a Malala Yousafzai por luchar por los derechos de las niñas en Pakistán”.
Un debate viral
Por otra parte, el debate sobre el Informe Estrela se volvió viral en las redes sociales, como Facebook y Twitter. Así, por ejemplo, el grupo especial de movilización contrario a la propuesta de la eurodiputada socialista, que responde al lema ‘Estrela No. Respetar Subsidiariedad’, obtuvo más de 4.300 fans en Facebook en tan sólo 72 horas y todos los diputados se pusieron en contacto por esta movilización masiva antes de la votación.
Al mismo tiempo, cerca de 200 ciudadanos y las familias jóvenes de diferentes países, se presentaron de nuevo este martes en Estrasburgo, delante del Parlamento, para protestar con carteles donde se podía leer un sencillo y contundente ‘Estrela no’.
Los promotores en la sombra
Cabe insistir en que, tras el informe, existe toda una serie de promotores más o menos en la sombra, sin mucho apoyo de los ciudadanos, pero con abundantes fondos de la UE. Además de la ya citada IPPF, y según la propia Estrela, hay que mencionar a Amnistía Internacional, la Plataforma de la Mujer, ILGA Europa, Catholics for Choice, la Federación Europea Humanista, o el Foro Parlamentario Europeo sobre Población y Desarrollo.
En cualquier caso, la incapacidad absoluta o falta de voluntad para responder siquiera un argumento de los que han sido presentados por los opositores al informe dice más acerca de sus objetivos que cualquier otra cosa: la educación sexual agresiva obligatoria para los niños de la escuela primaria en adelante; restar poder a los padres y degradar a «otras partes interesadas»; abortos, cuando lo que las mujeres quieren y necesitan es atención de la salud y apoyo; recorte de la libertad de conciencia para erradicar cualquier obstáculo a una cultura del aborto. Y , por último pero no menos importante, un flagrante desprecio por la legislación de la UE y el principio de subsidiariedad, lo cual es de hecho muy inconveniente para su agenda.