“Hablamos de derechos”, “mala decisión”, “deuda del PP con la Iglesia” o “un retroceso que las mujeres no merecen” son algunas de las críticas que el PSOE ha lanzado al Gobierno de Mariano Rajoy ante la intención manifiesta del ministro de Justicia, Alberto Ruíz-Gallardón, de reformar la ley del aborto. Según ha explicado, esta modificación pretende elaborar una norma “basada en la de 1985″, pero subsanando “las malas aplicaciones de aquella ley”, entre las que se encuentra el supuesto que permite a las mujeres a abortar cuando se detecta malformación en el feto. A este respecto, Gallardón ha declarado: ”La discapacidad no puede significar un trato desigual y una merma de derechos. Y esa no discriminación debe aplicarse también a los no nacidos”. No obstante, los frentes abiertos en cuanto a la legalidad o no de la interrupción voluntaria del embarazo es objeto de debate social. Por su parte, José Javier Rodríguez, representante del Foro de la Familia en Salamanca, aplaude la iniciativa del Ministerio de Justicia y, aunque reconoce la dificultad de alcanzar el “aborto cero”, apoya la medida planteada por el Ejecutivo central.
DdS: El Ministerio de Justicia quiere volver a la ley de supuestos con respecto a la regulación del aborto, la que existía antes de la ley de plazos. ¿Cómo se valora esta pretensión desde el Foro de la Familia?
Tenemos que partir de lo que había. La Ley de Reproducción Sexual y Reproductiva de Zapatero lo que planteaba era un derecho al aborto, quitando así toda la protección legal al embrión humano, porque no hacía falta ningún motivo para abortar e, incluso, a los padres nos quitaba la responsabilidad que tenemos de educar a nuestros hijos, dando facultades a los menores de 16 años de abortar sin necesidad de ponerlo en consenso con los padres. Aquí había dos errores: la desprotección de la vida humana y el derecho que tenemos los padres a educar, a cuidar y a acompañar a nuestros hijos. Entonces, algo hay que hacer y esperemos que lo hagan pronto. Hay que situar el debate en donde hay que situarlo, que es en el debate científico, en el debate del derecho, filosófico, social y educativo, no un debate religioso como se está proponiendo ahora mismo, que no es así en el contexto europeo. Tenemos que abrirnos a Europa, tenemos que tener la capacidad de tener argumentos, de dar razones, motivos… y buscar a ver qué es lo que dice la ciencia, el derecho, porque ya hay jurisprudencia en este sentido; lo que dice la filosofía y la filología.
DdS: Gallardón ha anunciado que uno de los supuestos que se eliminará será el de la malformación…
De toda lógica. Es razonable, no puede haber discriminación por ningún tipo de sexo, de deficiencia. Proteger al embrión humano desde el punto de vista de la posible malformación es lógico. Cuántos diagnósticos conocemos de personas que les han dicho por diversas pruebas que se le han hecho que posiblemente, en un 99%, vienen con malformaciones y realmente no había malformación. Entonces, creo que acierta en ese sentido y creo que ha habido un aplauso unánime por parte de toda la sociedad civil.
DdS: Pero los españoles prefieren la ley actual, según una encuesta publicada este pasado fin de semana por El País…
En el debate político, hay que buscar la verdad. No por mucho que un parlamento lo diga o lo afirme, podemos decir que algo es verdad cuando científicamente no lo es. Lo que tenemos que procurar entre todos es ver cuál es la realidad de la cuestión que estamos tratando. En el tema del aborto, hay dos víctimas: la mujer, que está imbuida por un ambiente social en el que cuando se presenta un embarazo imprevisto se ve llamada por todo el entorno a abortar; es un clima social proaborto, porque no se tiene en cuenta que la mujer que aborta también es víctima de una situación que le sobreviene y que si aborta el problema no desaparece, sino que aumenta. Aquí en Salamanca, hay varios centros que se dedican a atender a mujeres que han abortado y que experimentan un trauma pos aborto que se puede manifestar a los dos días, a los cinco o a los 18 años después de haber abortado. La segunda víctima es el niño no nacido, que está desprotegido en la actualidad.
DdS: ¿Es esa la razón, que la mujer es víctima, por la que el Foro de la Familia ha solicitado que no se penalice a la mujer?
El Foro lo que considera es que tiene que estar penalizado, pero a los que se debe castigar es a todos los promotores del negocio del aborto. Una de las cuestiones que parece que está ahora en debate es que cuando se arguya el peligro para la mujer, haya varios certificados médicos de contraste y que éstos no sean de la propia clínica abortista, porque está claro, hay muchos perjudicados en este tema del aborto y un gran beneficiario, que son las clínicas abortistas, que se están lucrando con el sufrimiento de la sociedad, de la mujer y de las familias.
DdS: ¿Esa propuesta de los certificados ya ha sido remitida al Gobierno?
Benigno Blanco sé que ha hecho diversas propuestas. Además, otras asociaciones se han reunido y han hecho varias iniciativas para que después el Ministerio prepare el proyecto de ley. Esa sería una garantía de seguridad para evitar el coladero de la ley de 1985 en el que bajo la salud de la madre entraba cualquier circunstancia y, además, la reconocía la propia clínica abortista. Que sea gente externa a la que va a practicar el aborto la que certifique eso es algo que nos puede dar garantías de fiabilidad de la ley.
DdS: De aprobarse esta ley, ¿se produciría un descenso en los abortos?
El Foro de la Familia lo que quiere es que no haya ningún aborto, aborto cero. Si Gallardón aprueba esta ley y da un paso atrás en la libertad del aborto, le daremos un pequeño aplauso. Si se dan muchos pasos atrás, el aplauso será significativo. Si el PP y el parlamento llegan a la tesis del foro que es que la naturaleza por sí misma evolucione sin ningún tipo de cortapisa, porque el aborto no interrumpe, sino que mata, rompe, el Foro de la Familia no dará un aplauso, sino un abrazo. Entendemos que el clima social, el clima educativo en el que vivimos, incluso el clima propia del Partido Popular en el que hay diversas sintonías, no va a ser posible, pero consideramos que debe haber una marcha atrás, porque desde el año 1973 que empezó a hablarse del tema del aborto, todo han sido puertas abiertas para la desprotección del embrión humano y nada a favor de la protección. Si ahora el parlamento logra poner el freno procuraremos apoyarlo.
DdS: Pero también es un peligro, porque aumentarían los abortos de forma clandestina, ¿no?
Ese es el típico argumento. Siempre, en todas las sociedades, ha habido abortos. Aunque una cosa sea mala y se haga no tiene la ley por qué reconocerla.
DdS: El aborto, ¿se está volviendo más una ‘guerra ideológica’, en vez de velar por los derechos de las personas?
El aborto hace referencia al tema del derecho y ya el tribunal europeo en la sentencia de 18 octubre del 2011 nos dice que el óvulo fecundado, sea por el método que sea, es un ser humano. Entonces, vamos a protegerlo. Desde el punto de vista social, en nuestra ciudad y en nuestra Comunidad, tenemos un índice de regeneración poblacional muy bajo, un 1,1, cuando el nivel de repoblación debería ser un 2,1, como ocurre en Francia, que ya casi llega a este índice, porque desde hace 20 años hay unas medidas de apoyo a la maternidad. Una ley de protección del embrión humano y de apoyo a la mujer embarazada en cualquier circunstancia es algo que debe ser valorado y tomado en cuenta. Desde el punto de vista de la educación, tenemos que hacer todos un debate interesante para que se sepa qué dice la ciencia. El descubridor de la fisonomía 21 lo tenía muy claro, porque decía que la unión de los 23 cromosomas que traspasan del espermatozoide al óvulo da origen a un ser humano. Desde el punto de vista de la filosofía, la dignidad de la persona humana es la misma en cualquier momento de su desarrollo, por qué es más digno uno que otro, por qué en la semana 14 no, en la semana 16 sí… Entonces, si introducimos argumentos razonados y razonables nos damos cuenta de la verdad que tenemos delante. Entre todos, debemos poner en valor, tener un juicio crítico y no ideológico sobre la realidad del ser humano. Giuliano Ferrara, director de Il Floglio, que fue militante comunista, dice que “la sordera moral respecto del aborto es la ley educativa de occidente. Vivimos en una sordera moral y entre todos tenemos que poner encima de la mesa tanto sufrimiento que llevan las mujeres en su corazón y tantas vidas humanas que no han podido seguir adelante por falta de valentía política y mediocridad en nuestra clase política”.