La masiva presencia en las calles de los defensores del modelo tradicional de la familia han hecho recular al Gobierno socialista, que ayer anunció la congelación de las leyes que pretenden cambiarlo.
«El Gobierno no presentará un proyecto de ley para la familia durante este año 2014», declaró ayer a la agencia France Presse una fuente cercana al primer ministro, Jean-Marc Ayrault. «Los trabajos preparatorios de ese plan deben seguir profundizándose», añadió la misma fuente, «y además el calendario parlamentario de este año ya es muy denso».
Estaba previsto que el proyecto socialista fuese presentado en abrilal consejo de ministros, para su posterior debate en la Asamblea en el segundo semestre.
El domingo pasado, decenas de miles de franceses -540.000 según los organizadores, 100.000 según la Policía- se manifestaron en el centro de París y en Lion en defensa de «la familia y del niño». Desde la aprobación del matrimonio homosexual -en mayo de 2013- , y su equiparación en muchos derechos a la unión tradicional entre hombre y mujer, las masivas manifestaciones se suceden en Francia en favor de la familia, y convocan a un abanico muy amplio de sectoresciudadanos tanto políticos como sociales y religiosos.
Uno de los proyectos que tiene en cartera el gobierno, y que ha disparado las últimas manifestaciones, consiste en permitir a las parejas de lesbianas casadas tener hijos con el método de la «procreación médica asistida», una idea defendida en la campaña de 2012 por el presidente François Hollande.
Otra de las iniciativas socialistas en estudio que ha contribuido a las últimas protestas es la introducción en las escuelas de primaria de la»ideología de género», para que los niños aprendan que «la identidad sexual es en el fondo una opción personal».