Un paso hacia delante en la defensa del concebido y la embarazada

por | Feb 7, 2014 | Artículos

FetoEl pasado día 31 de enero tuvo lugar en Barbastro un Pleno en el que quedaron enfrentadas, en un enriquecedor debate, las dos posturas clave ante el drama del aborto intencionado: la de aquellos que defienden un pretendido derecho “de la mujer” a acabar con la vida del hijo que está en su seno y de quienes defienden el derecho a la vida de éste. Al respecto, y sin ánimo de ser exhaustivo, quisiera hacer una serie de consideraciones:1.        Es digno de aplauso que el portavoz del grupo Popular exhibiera una reproducción a tamaño real de un feto de 14 semanas. Resulta conveniente visibilizar al no nacido, pues como señala Gari Durán “el problema es que no le ponemos cara, y menos todavía voz”.

2.        La práctica de un aborto intencionado es un acto extremadamente violento, tanto para el pequeñín que es literalmente destrozado para ser extraído del útero materno, como para la madre. Los defensores del aborto ocultan cuidadosamente ambas realidades. Pero incluso la mayor organización abortista mundial, la IPPF (Internatioal Planned Parenthood Federation) reconoce que “la incidencia del trauma post-aborto, para jóvenes de abortos quirúrgicos, puede llegar a alcanzar hasta el 91% de los casos”.
3.        El aborto eugenésico transmite a las personas con discapacidad un mensaje muy claro, y devastador: su vida es menos valiosa que la de los demás, y no merece ser vivida.  Es una curiosa forma de compasión, parecida a la expresada en tiempos de amargo recuerdo por Joseph Goebbels o Walther Darré.
4.        Resulta un cruel eufemismo la expresión interrupción voluntaria del embarazo utilizada a modo de lenitivo por quienes defienden esta aberrante práctica. Sólo se interrumpe aquello que más adelante podrá continuar, pero cuando se practica un aborto el feto muere. Una vez más en Europa nos llevan la delantera, y en países como Finlandia, Dinamarca, Luxemburgo, Países Bajos o Italia han sustituido esa expresión por la más realista de terminación voluntaria del embarazo.
5.        En última instancia el asunto es sencillo… Veamos: parece pacífica y aceptada a nivel general la afirmación de que cuando estamos en presencia de un embrión (y más aún del feto) estamos ante un ser vivo. De esto pienso que no hay duda alguna. Tampoco creo que haya demasiadas dudas respecto a que se trata de un ser vivo de la especie humana (puesto que procede de la unión de gametos de tal especie, su genoma es inequívocamente humano, etc.). Por tanto, si estamos un ser vivo de la especie humana… ¡estamos ante un ser humano!
6.        El Tribunal Constitucional estableció en 1985 que la vida humana es un devenir, un proceso que comienza con la gestación, y que la gestación ha generado un «tertium» existencialmente distinto de la madre, aunque alojado en el seno de ésta.
7.        Como decía Julián Marías, el niño no nacido es una realidad viviente en camino hacia el nacimiento. Que esté en camino no significa que no sea persona. Pues, todo hombre es un inacabado proyecto que se está haciendo o construyendo, y, por tanto, que está en camino. Que el feto no haya desarrollado todas sus potencialidades no significa que no sea persona, pues persona es también un adulto si está soñando, anestesiado o en coma.
8.        Por todo ello, creo que la futura ley orgánica para la protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada, sin ser una ley que no carece que defectos, supondrá un paso adelante en la defensa de los derechos humanos, tanto del concebido y no nacido como de la mujer embarazada, recogiendo al respecto la doctrina del Tribunal Constitucional.

Joaquín J. Polo Cañavate
Vicepresidente del
FORO ARAGONÉS DE LA FAMILIA

Foro Familia