Le parecería mal que sólo se aplicase a las gestantes, aunque respalda regular la distribución de cargas sociales entre ambos países.
El presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco, se ha mostrado en contra de la propuesta de la senadora ceutí del PP Luz Elena Sanín de retirar el pasaporte a las mujeres embarazadas marroquíes que entren en Ceuta y Melilla con el fin de garantizar el cobro por su asistencia, en caso de dar a luz en cualquiera de ambas ciudades autónomas, aunque sí se ha mostrado conforme con arbitrar algún mecanismo que permita la distribución de cargas sociales entre ambos países.
Blanco, quien ha participado hoy en Valladolid en las I Jornadas sobre Educación en Valores, organizadas por la Escuela de Magisterio Fray Luis de León, con la conferencia sobre ‘Ideología de género’, ha asegurado desconocer dicha propuesta pero sí ha advertido conocer la situación de Ceuta y el problema serio que suponen aquellas personas que pasan de Marruecos para recibir servicios sociales en España.
En este sentido, el máximo responsable del Foro Español de la Familia, en declaraciones a Europa Press, ha precisado que la iniciativa de la senadora ceutí no le parecería bien si se aplicase con carácter exclusivo a las mujeres embarazadas de Marruecos, aunque ve «lógico que con carácter general España intente blindarse con una política de regulación a la hora de distribuir las cargas sociales entre el Estado español y sus nacionales y el vecino país y los suyos. En ese caso, no me parecería mal», ha sentenciado.
Con respecto al tema de fondo de su conferencia, Blanco ha hecho una encendida crítica de la llamada ideología de género, basada, según ha dicho, en la idea de que en nuestra sexualidad no hay nada natural y que todo lo asociado a ella responde a una construcción cultural y, por tanto, «cambiante y cambiable», lo que, en consecuencia, conduce a configurar una sociedad no basada en la dualidad hombre/mujer sino en tendencias u orientaciones sexuales.
Así, esa ideología, tal y como ha denunciado, lleva asociada una agenda política que en España no ha sido una mera cuestión teórica o filosófica sino que se ha traducido a lo largo de ocho años, durante la etapa de Rodríguez Zapatero en el gobierno, en una política legislativa de gran intensidad plasmada, entre otras medidas, en la ley de matrimonio homosexual, el divorcio express, la asignatura de Educación para la Ciudadanía o la ley del aborto de 2010.
«Se trata de una cuestión de gran actualidad a tener muy en cuenta porque se trata de leyes que deben ser cambiadas para recuperar una visión positiva de la sexualidad, la masculinidad, la feminidad, el matrimonio, la familia y, en definitiva, la vida», ha enfatizado Benigno Blanco.