El primer ministro británico, David Cameron, quiere finalizar su legislatura lanzando un programa en el que pone a la familia en primer plano. Con este plan pretenden atajar el problema de la pobreza en el país, no solo la pobreza material sino, y sobretodo, la falta de oportunidades.
Parte de este programa pasa por aumentar la partida económica dedicada a las familias para doblar el gasto estatal en terapias de pareja, clases de paternidad, que en palabras del primer ministro «es el trabajo más importante que tenemos en nuestra vida». Asimismo, habrá ayudas para tutelar a niños en riesgo de fracaso escolar y un programa de formación social para los jóvenes. También se destinará una importante partida económica a derribar y reformar barrios de casas sociales para mejorar la vida de las familias.
Cameron apuesta por la familia «porque es el mejor antídoto contra la pobreza que se ha inventado jamás».