«Defender la protección de la vida humana como valor inseparable de la familia» es uno de los principales cometidos del Foro Español de la Familia, cuyo presidente visita hoy Logroño para «explicar muy bien -dice- cuál es el drama social en España de la práctica del aborto para miles de mujeres; cuál es la situación real y los problemas que hay detrás de la decisión de abortar, y cómo creo que se puede afrontar este problema».
Ante esta convocatoria habrá quien piense: «otra charla antiabortista».
Es una charla a favor de la vida pero no es un manifiesto antiabortista.
Aunque la reforma de la Ley del Aborto diseñada por el gobierno se acerca a las propuestas del Foro de la Familia, aún le plantean peros.
De entrada tengo que decir que no es mi modelo de ley; mi modelo es una legislación que proteja la vida sin excepción de ningún tipo y que proteja a toda mujer embarazada para que tenga otras alternativas, y esta ley avanza en esa dirección pero no lo suficiente.
¿En qué se queda corta?
Por ejemplo, carece de una verdadera ley de apoyo a la maternidad. Creo que en el supuesto que históricamente más abortos ha venido justificando, el de peligro para la salud a la mujer, sigue quedando una puerta abierta a que no se haga con el rigor necesario. Y pido que los médicos que dictaminen ese grave deterioro para la vida y la salud sean de la Sanidad pública, con un juicio profesional y sin ningún tipo de lucro económico. También proponemos que se suprima el requisito de que el personal sanitario objetor de conciencia tenga que declararlo previamente. Y que el aborto no sea financiado como una prestación del Sistema Nacional de Salud porque no es un problema de salud y, además, muchos españoles no queremos que con nuestros impuestos se financie algo tan terrible.
Supongo que usted habrá coincidido con más de una mujer que ha abortado. ¿Qué conclusión o sensación saca de estas vivencias?
Desde nuestra ong Red Madre hemos atendido a más de 20.000 mujeres en estas circunstancias, luego no hablo de oídas. Y de sus vivencias saco tres conclusiones: ninguna mujer quiere abortar, se ven abocadas al aborto por situaciones de abandono, soledad, por presiones de la pareja, económicas, sociales, laborales… a las que no ven solución. Ninguna mujer que ha optado por dar a luz se arrepiente y, sin embargo, quienes no lo han hecho se arrepienten profundamente y sufren un gran dolor. Por eso suelo decir que el aborto tiene dos víctimas, el niño que no nace y la propia mujer. Mi solución es una apuesta de clara solidaridad con la mujer para ayudarla a resolver los problemas que están detrás sin tener que pasar por el aborto.
Y ese apoyo a la mujer pasaría por…
No solo por las ayudas económicas. En primer lugar, por la compañía, y luego hay que intentar hacer un traje adecuado a cada mujer, que no suele ser tan sencillo. Soledad, falta de trabajo, de asistencia médica, abandono de la pareja… en cada caso hay que ver las ayudas prácticas que se necesitan. Y aunque no se pueden garantizar de por vida, por lo menos hay que ayudarle a salir adelante durante el embarazo y en los primeros tiempos después del parto, que es lo que intentamos desde Red Madre. De cada 10 mujeres que entran en contacto con Red Madre, 8 no abortan. Se ve que muchas no querrían hacerlo y encuentran en nuestra ong ese apoyo. Podríamos acabar, si no con el 100%, sí con una mayoría de los abortos si nos ocupásemos de la mujer y no evitásemos sus problemas.
¿Cree posible una sociedad sin abortos?
La naturaleza humana es como es y supongo que siempre habrá abortos como siempre habrá violaciones o asesinatos, pero se podría conseguir una sociedad donde el aborto sea tan residual como cualquier otro delito.