Mariano Calabuig, nuevo presidente de Foro de la Familia, explica cómo trabajará para mejorar la formación en valores
Mariano Calabuig es ingeniero de Caminos «y donostiarra», puntualiza. En un momento de su carrera profesional se interesó por el sector educativo y llegó a ser presidente de la Confederación de Padres de Alumnos (COFAPA). Fue entonces cuando entró en contacto con el Foro de la Familia, siendo una de las cinco personas que lo constituyó en Estocolmo. Desde hace dos años pertenece al comité de dirección del Foro y hace unos meses Benigno Blanco, anterior presidente del Foro de la Familia, le propuso que ocupara su puesto… «y ¡aquí estoy!».
–Una de sus primeras inquietudes es buscar personas jóvenes para la organización. ¿Va a cambiar también el enfoque de este organismo?
–Sí. Uno de los temas que considero esenciales es la educación, no académica, sino general. Con las diferentes leyes educativas se han mareado mucho a las familias y por el camino se han perdido una serie de valores como el orden, el esfuerzo o el sacrificio. Se han cambiado por el «todo vale» y el tema de educación ha quedado muy perjudicado.
–¿Cuáles serán sus primeras líneas de trabajo?
–Me gustaría empezar acercándome a los matrimonios jóvenes para trabajar con ellos el mundo educativo. También quisiera corregir un grave problema actual como es el «enfrentamiento» existente entre padres y colegios. Que no vayan de la mano profesores y padres es un gran error. Creo que deben ir juntos siempre. Los docentes no deben ver a los padres como enemigos, ni viceversa. Tienen que colaborar en este asunto las diferentes confederaciones de padres, los sindicatos de profesores y las tres o cuatro patronales privadas, así como el Estado. Entre todos hay que lograr que esos padres y profesores vayan de la mano y no se sientan como enemigos unos de otros. Por eso es importante preparar a la gente joven para que sigan el camino.
–Y eso ¿por dónde se empieza?
–Tengo algunas ideas. Me gustaría empezar por organizar un encuentro promovido por el Foro entre todos esos agentes educativos y padres. Lo ideal es que de allí saliera un observatorio de control que fuera analizando cómo se va mejorando, avanzando y progresando en esa unión. Es fundamental. Ya pueden venir todo tipo de partidos o leyes pero mientras no se promueva la colaboración mutua no habrá nada que hacer.
–¿Por qué se rompió esta colaboración? ¿Dónde empezó el problema?
–Ha sido a lo largo de los años. Me da mucha tristeza ver colegios públicos donde a la hora de la salida los padres se quedan fuera porque no pueden entrar a por sus hijos. ¡Pero si el colegio tiene que ser una polongración de la casa! ¿Por qué se ha roto esta colaboración? No lo sé. Quizá porque hay padres que han pegado a profesores, docentes asustados, alumnos que insultan y golpean a otro alumno, a docentes… Hay una gran falta de educación y formación, de valores, de respeto a los profesores que se sienten desprotegidos, padres que no han entendido que ellos son los principales educadores y que los que tiene enfrente son meros colaboradores.
–¿En qué se beneficia la familia de este acercamiento?
–La educación mejorará y España también. Un país necesita una educación buena, no de saber los afluentes del Guadalquivir, sino de transmitir espíritu de trabajo y sacrificio. Si se produce, será un beneficio para las familias y, por tanto, para el país.
–El foro ha luchado mucho en contra del aborto. ¿Cuál será ahora su postura?
–Seguiremos igual. A Benigno Blanco le ha tocado luchar mucho. La sociedad debe darse cuenta que el aborto es un crimen, pero hay mucha gente que aún no lo ve así.
–¿Piensa salir de nuevo a la calle a manifestarse?
–Depende de cómo vayan las cosas. Hemos salido a la Calle con Zapatero, y de nada ha servido; con Rajoy hemos salido, de nada ha servido. Somos la principal asociación de españoles, la más numerosa. Y no nos hacen caso. Hay que dar mucho la vara, pero a través de los medios de comunicación para que nuestra voz llegue. Si hay que salir a la calle se hará; por el aborto o por otros motivos que afecten a las familias negativamente. Pero, sinceramente creo que es más efectivo que se nos oiga en los medios que en la calle. Que no se nos hagan caso me duele muchísimo y ver cómo cambian de opinión según les venga bien y que les sirvamos solo cuando hay elecciones es muy desolador. Estoy defraudado con los políticos.
–¿Cuáles son los principales problemas de las familias en la actualidad?
–La educación, la falta de valores y, sobre todo, la escasa natalidad por falta de conciencia. Este último tema es un muy grave, al que hay que meter mano y es de muy dificil solución. Nadie se atreve a tomar riendas. Se piensa que es un problema que afectará a las próximas generaciones y por eso nadie se ocupa de ello. Es una gran irresponsabilidad. Espero que se reaccione se entre en los colegios para hablar con los padres de 30 y 40 años para transformar la educación y mentalizarse de la necesidad de cambiar.
–¿Piensa reunirse con el presidente del Gobierno?
–Se me ha paso por la cabeza. Lo que sí es seguro es que me reuniré con los diferentes secretarios de cada partido del Congreso de los Diputados responsables de temas de sociedad y educación.
Entrevista realizada por Laura Peraita publicada en ABC