15 Octubre 11 – El previsible cambio político que se va a producir en España y el ansia que existe en la sociedad por profundas reformas estructurales suponen una ocasión idónea para recuperar en las políticas públicas el aprecio y la valoración de la familia. No habrá una sociedad con capacidad para sostener los sistemas públicos asistenciales, educar y socializar a las nuevas generaciones y mantener la solidaridad primaria que permite la vida sin una familia fuerte. La familia ha sido debilitada en los últimos tiempos por leyes injustas respecto al compromiso matrimonial, la vida y la libertad educativa. Y es imprescindible recuperar en las leyes el apoyo a la estabilidad matrimonial y la protección de la vida en sus fases iniciales, así como la libertad de la familia para educar si queremos que el hogar ejerza con plena eficacia la función humanizadora y socializadora que puede y debe hacer y en la que es insustituible.
El cambio político que se avecina debiera suponer, si la sociedad así lo reclama, un abandono de los planteamientos sectarios de la ideología de género respecto a la sexualidad y la familia.
Europa necesita más familias y más aprecio a la vida si quiere salir del círculo vicioso de unas sociedades envejecidas, insolidarias e individualistas.
Benigno Blanco
Presidente del Foro de la Familia