Ahora que se acercan las elecciones autonómicas y locales, conviene recordar que estas administraciones territoriales tienen competencias fundamentales que les permiten, si quieren, apoyar a la familia y a la vida o, por el contrario, hacer más difícil que exista una sociedad amable con la vida y la familia. Por ello, el voto en estas próximas elecciones hay que ejercerlo también con responsabilidad, pensando en los bienes y valores irrenunciables.
Por ejemplo, en manos de las comunidades autónomas está, en gran medida, respetar o poner dificultades a la libertad de educación y al derecho de los padres a configurar la formación moral que sus hijos reciben en la escuela. Tanto ayuntamientos como comunidades autónomas tienen plena competencia para decidir y desarrollar políticas sociales y, por lo tanto, pueden apoyar a la mujer embarazada, la maternidad y la familia o hacer lo contrario. También otras competencias autonómicas, como las de sanidad, tercera edad, voluntario, etc., pueden ser ejercidas en clave profamilia o en la contraria. Como se puede apreciar, tenemos muchos elementos de juicio viendo la gestión de unos y otros y estudiando los programas electorales y lo que dicen u omiten los candidatos para poder formarnos un juicio responsable sobre si, como gobernantes, van a apoyar o no la vida y la familia.
El voto en unas elecciones debe ser siempre responsable y conviene exigir ahora, que estamos a tiempo, a las distintas fuerzas políticas que incorporen en sus programas electorales, para las elecciones autonómicas y locales, medidas positivas de apoyo a la maternidad, a la vida, a la familia y a la libertad de educación.