Ayer la sociedad española pudo comprobar cómo una enorme multitud se manifestaba una vez más en defensa de la vida y la mujer embarazada. Esta manifestación –por el impresionante número de asistentes, por la juventud presente, por la alegría que la inspiraba, por lo positivo de sus mensajes- demuestra que hay razones para la esperanza. Más allá de las miserias visibles día a día en los medios (corrupción, crisis, egolatría política, banalidad estúpida en tantas televisiones,…) en la sociedad española hay mucha gente dispuesta a dar la cara por lo más valioso: la vida de los más indefensos. Hay razones para la esperanza: el aborto puede ser erradicado; y con él la cultura que lo sustenta que es la causa de gran parte de nuestros males.
No tiene por qué estar lejos el día en que todos digamos “soy provida”, aunque sea por razones diversas. “Soy provida porque soy progresista y de izquierdas, y entiendo que tengo que estar siempre al lado del más débil”; “soy provida porque soy liberal y entiendo que solo el que tiene derecho a vivir puede ejercer el gran don de la libertad”; “soy provida porque soy feminista y entiendo que cada aborto deja detrás una mujer herida”; “soy provida porque soy ecologista y entiendo que no se puede destruir algo tan bello y ecológico como una vida humana”; “soy provida porque soy pacifista y entiendo que el aborto es un acto de violencia con dos víctimas: el no nacido y la madre”; “soy provida porque soy creyente y entiendo que sólo Dios es Señor de la vida y de la muerte”; “soy provida porque soy agnóstico pero entiendo que el respeto a la vida es una de las mayores conquistas de la humanidad”; “soy provida porque soy científico y sé que la vida comienza con la concepción”; “soy provida porque no estoy ciego y veo lo que muestra una ecografía”; “soy provida porque soy solidario y entiendo que un día yo también fui un no nacido”; “soy provida porque soy mujer y he sentido el latido de la vida que se inicia en mis entrañas”; “soy provida porque soy hombre y me maravillo ante el fruto de mi amor por una mujer”; etc.
Llegará el momento en que oigamos decir a muchos y de todos los colores ideolóicos: “soy provida porque soy político y mi obligación es crear una sociedad justa y acogedora con todos, una sociedad amable con la vida.”