El perfil de las mujeres que atendieron es el de una mujer de 19 a 25 años con problemas fundamentalmente económicos o de violencia de género y que muchas veces se encuentran solas a la hora de sacar adelante su embarazo, según ha manifestado a Efe la coordinadora de acompañamiento de Red Madre en Cáceres, Ana Isabel Lara.
Lara señala que las condiciones de las mujeres que acuden en busca del apoyo y asesoramiento de la asociación ha cambiado debido a la crisis y si antes eran mujeres de familias desectructuradas y sin estudios, principalmente con problemas familiares, estos han dejado paso a las dificultades económicas para enfrentarse a un embarazo «no previsto».
El CAME llegó a atender a 39 mujeres durante 2012 y en lo que va de año a medio centenar, indica Lara.
Cuando una mujer embarazada llega al centro, explica Lara, se elabora un informe, según el problema y necesidades que plantee, para ofrecerle una atención «personalizada».
En la asociación se les da la información de las ayudas públicas y privadas con las que cuentan y se les asigna un voluntaro para que las acompañe, en el caso que sea necesario, a la matrona, ginecólogo o a la realización de papeles relacionados con el bebé, igualmente se les ofrece ayuda psicológica.
Una vez que nace el niño, apunta Lara, la ayuda pasa a ser material y se les deja en régimen de préstamo enseres como cuna, bañera y carrito que luego devolverán cuando no lo necesiten para poder ser vueltos a prestar a otras mujeres.
Además hasta que el niño tiene un año y medio desde Red Madre también se ofrece pañales, leche, cereales y papillas.
Para poder mantener estos programas de ayuda la asociación cuenta con ayuda de diferentes organismos, entre ellos ha firmado convenios de colaboración con el Instituto Municipal de Asuntos Sociales (IMAS), el Banco de Alimentos, la Fundación Valhondo o la Sociedad Cooperativa Farmacéutica.
En este sentido, Lara se ha mostrado «satisfecha» por el apoyo que han obtenido de las instituciones y de la ciudadanía para «poder ayudar a mujeres que, en muchos casos, no tienen el apoyo de su pareja, o son adolescentes cuyos padres no quieren que tengan el hijo».
En definitiva, resalta la coordinadora, se trata de «garantizar el desarrollo del embarazo y nacimiento del niño en un ambiente adecuado, estable y previniendo otras situaciones de riesgo o dificultad en la madre».
El centro de Cáceres cuenta en la actualidad con doce voluntarios y un número de atención telefónica disponible las 24 horas.
