Quizá el que su publicación coincidiese con la presentación del informe del Instituto Nacional de Estadística sobre el Movimiento Natural de Población restó eco al citado documento de la Fundación Acción Familiar que analiza las consecuencias, en todos los sentidos, de la creciente participación masiva de la mujer en el trabajo fuera de casa. Incorporación tan intensa que ha hecho del nuestro el país de la Unión Europea donde ha crecido en mayor número y proporción de familias con dos fuentes de ingresos.
Este crecimiento ha influido decisivamente en el descenso de la natalidad en porcentajes extremos, solo compensados en gran parte por nacimientos de los hijos de emigrantes, especialmente de algún sector, como el de los norteafricanos.
El informe observa también que por parte de los poderes públicos no se han puesto, en la debida forma, remedios suficientes. Así en el análisis de estos cambios se subraya la ausencia de trabajos a tiempo parcial que harían más compatible el trabajo en casa con el que se realiza fuera de ella.
También se evidencia el afán de conservar el grado de bienestar propio de los países más desarrollados, aunque acompañado de un mayor endeudamiento. Porque a pesar del cambio España es todavía el país de la Unión que tiene mayor proporción de familias con una sola renta de trabajo, dato al que contribuyen las más de trescientas mil familias monoparentales para afrontar la situación provocada en el hogar por estos cambios sociales.
Es bueno el conocimiento de este informe porque nos acerca a nuestras realidades y puede determinar nuestros comportamientos.