Parece que por fin este trimestre se derogará la “Ley del aborto” por una Ley de Protección al concebido y la maternidad. Se genera así un ámbito de responsabilidad para todos los defensores de la vida obligados a hacer presente ante la sociedad española que somos muchos, una mayoría, los que nos sentidos concernidos en lograr que en España llegue a no haber ningún aborto y en construir unas estructuras jurídicas y asistenciales capaces de amparar a toda mujer embarazada, a fin de garantizar su derecho a ser madre y el derecho de su hijo a nacer.
Como recuerda el presidente de RedMadre, Antonio Torres, no es suficiente para ser agente responsable en la defensa de la vida con limitarse a la denuncia verbal de lo que otros no hacen o dejan de hacer, sino que es necesario, además, una activa actuación personal para crear en el propio ambiente un espíritu de acogida positiva a la vida, una opinión favorable al derecho a la vida y una red de apoyo a quién lo necesite para no cometer errores irreparables. Los gobernantes tienen su responsabilidad y los legisladores la suya, pero todos por el hecho de vivir en esta época somos responsables de recrear a nuestro alrededor las condiciones que hagan posible la vigencia eficaz de una auténtica cultura de la vida.
El curso que empieza este año prevé que España sea punta de lanza para Europa si se provoca un cambio en la legislación vigente en materia de aborto, seguramente no sea la ley que buscamos o esperamos (pues nosotros queremos que no haya ningún aborto en España), pero, al menos, propiciará un debate social para que la defensa de la vida continúe estando en la mente de los ciudadanos como el drama social que es y que intenta silenciar. Confiemos y esperemos en la promesa electoral de Rajoy de derogar la ley de aborto para intentar iniciar el cambio hacia la cultura de la vida.