REDACCIÓN CENTRAL, 11 Jun. 13 / 04:01 am (ACI).- En un evento organizado el 8 de junio por más de 40 organizaciones defensoras de la vida y la familia, el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina, ratificó su rechazo al aborto y al mal llamado “matrimonio” homosexual.
Ante la pretensión del lobby gay y del aborto de que los representantes de Guatemala ante la Organización de Estados Americanos (OEA), firmen dos convenciones en los que se avala el mal llamado “matrimonio” homosexual y el aborto, Pérez Molina aseguró que “la base de la sociedad guatemalteca es la familia y vamos a cumplir con los valores y la ética que manda la Constitución».
Estos dos documentos, aprobados en la 43 Asamblea General de la OEA son la Convención interamericana contra toda Forma de Discriminación e Intolerancia y la Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia.
Según recogió la prensa local, el presidente de Guatemala aseguró que su país no firmó las convenciones propuestas en la OEA, porque contenían cosas “con las que no estamos de acuerdo».
En declaraciones a ACI Prensa el 10 de junio, Alexandra de Skinner-Klée, presidenta de la Asociación Sí a la Vida de Guatemala, una de las organizadoras del evento, saludó “el compromiso de nuestro Presidente que ha demostrado ser un defensor de la vida y la familia”.
En el evento, que reunió a alrededor de medio millar de personas, a Otto Pérez Molina se le entregó un comunicado con cientos de firmas de apoyo a su “heroica decisión”.
Skinner-Klée recordó además que el presidente “se comprometió nuevamente a defender la vida, la familia y el matrimonio entre un hombre y una mujer. También dijo que el 24 de junio Guatemala tampoco firmará las convenciones”, a pesar de los rumores difundidos en la prensa de que el país centroamericano suscribiría los documentos en esa fecha, en la sede de la OEA.
La misión con el evento, señaló la líder pro-vida, fue “asegurarnos de que en realidad la valiente decisión del Presidente de Guatemala de no firmar, siendo el país anfitrión, no fuera cambiada debido a presiones que sabíamos estaría recibiendo de todas partes”.
Al haber cumplido el presidente con su compromiso a favor de la vida y la familia en la Asamblea General de la OEA, indicó Skinner-Klée, “lo menos que podíamos hacer era agradecer. Y si la presión había sido pública, entonces el agradecimiento lo tendría que ser también”.