Mientras unos se manifiestan en la calle y otros deciden o no reformar la legislación educativa, a nosotros nos toca recordar que los jóvenes españoles tienen derecho a que se les transmita en la familia y en la escuela la mejor sabiduría sobre la naturaleza humana, el bien y el mal, y lo que pueda ayudarles a ser buenas personas y felices. Quienes no asumen esta responsabilidad u obstaculizan que se pueda desarrollar esta buena educación, están haciendo un inmenso daño a nuestros niños y jóvenes y al conjunto de la sociedad española. Subordinar la educación de nuestros hijos a intereses gremiales o corporativos o a mezquindades partidistas es de inmensa irresponsabilidad.
El Foro de la Familia pide a los padres de familia que renueven y refuercen su implicación en la educación de sus hijos y solicita a toda la sociedad española un esfuerzo colectivo por una educación en libertad, de calidad, abierta a los mejores valores humanos y profundamente respetuosa con el irrenunciable papel de la familia en este campo. Necesitamos urgentemente leyes educativas que respeten estos principios y sólo estén pensadas para facilitar la mejor educación posible en libertad.