El pasado 23 de marzo hemos vuelto a ver en las calles de España cómo en nuestro país existe mucha gente que no está dispuesta a acostumbrarse al aborto banal y legal, y que está dispuesta a dar la cara por la vida y la maternidad cuantas veces sea necesario. Aquella inmensa muchedumbre del 17 de octubre de 2009, que desbordó las calles de Madrid bajo el lema “por la vida, la mujer y la maternidad”, sigue siendo una poderosa realidad social garante de que España apostará por recuperar una legislación protectora de la vida, y solidaria con el derecho a la maternidad de la mujer embarazada.
Es imprescindible en estos momentos un debate público sobre una nueva Ley que derogará la vigente de 2010. Esta mayoría social comprometida con la vida ha de hacerse presente ante la opinión pública y aprovechar el debate generado por la iniciativa del Gobierno para extender a más gente la conciencia del irrenunciable compromiso con la vida. Para ello todos debemos, al menos:
-Formarnos para conocer bien los tópicos abortistas habituales y su refutación.
-Conocer el anteproyecto de Ley y las mejoras que supone respecto a la norma vigente así como sus carencias e insuficiencias. (alegaciones)
-Usar, como siempre, nuestra capacidad para hablar bien de la vida, la maternidad, la sexualidad responsable, etc.
-Generar una actitud a nuestro alrededor de corresponsabilidad y apoyo a toda mujer embarazada en circunstancias problemáticas o conflictivas.
-Difundir la existencia de REDMADRE y de otras instituciones de asistencia y apoyo a la embarazada.
-Organizar charlas, tertulias y conferencias en todos los sitios a los que podamos ir para difundir la cultura de la vida y ayudar a formarse en esta materia a más gente.
-Hacerse presente en cuantas iniciativas públicas se convoquen razonablemente por gente con buen criterio para defender la vida y exigir el fin del aborto.
-Echar una mano de la forma que cada uno juzgue más acorde a sus circunstancias a las instituciones que trabajan por la causa de la vida y la mujer embarazada a fin de lograr entre todos una mayor proyección social y eficacia de esos trabajos.
Los políticos tienen su responsabilidad (promover y votar leyes justas) pero todos nosotros por el hecho de estar aquí hoy tenemos la responsabilidad de poner los medios que estén a nuestro alcance con exigente sentido de responsabilidad para ayudar a crear en lo más cotidiano del entramado social un clima de aprecio y respeto a la vida y de complicidad solidaria con la embarazada. Lo que no hagamos cada uno de nosotros en nuestro ámbito no lo hará nadie.
