Película que lleva al espectador de la carcajada al llanto liberador, obligándole en todo momento a reflexionar personalmente sobre temas tan nucleares como el valor del cariño familiar y las consecuencias dramáticas de las rupturas familiares; el narcisismo individualista de tantos jóvenes actuales, incapaces de entender el amor como donación o el poder redentor del amor cuando se abre realmente a los demás. Todo ello, planteado con una sinceridad, una valentía, un sentido del humor y una hondura dramática y moral absolutamente cautivadores.