Un libro-entrevista a responsables de la industria televisiva de Hollywood destapa el uso sectarista que hacen para la agenda izquierdista con las series del ‘prime time’. En España también hay ejemplos de esa manipulación.
La industria de la televisión en manos de la izquierda sabe utilizar como nadie el potencial de la pequeña pantalla para difundir su propia ideología. De esta manera, la agenda izquierdista se ve favorecida para poder vender a través de la televisión su ideología ‘progre’ y adoctrinarnos sin que seamos conscientes.
Esto, que los estadounidenses consideraban hasta ahora un secreto a voces en relación a la industria televisiva de Hollywood, se ha mostrado como una realidad al publicarse un libro-entrevista a 39 productores de televisión en el que confiesan su propio sectarismo al usar las series del ‘prime time’ para la agenda de la izquierda.
Con el libro Prime Time Propaganda, escrito por el joven columnista Ben Shapiro, la polémica está servida. Shapiro se ganó la confianza de los productores que entrevistó y plasmó en su libro una serie de controvertidas declaraciones que muestran la manipulación que de la televisión hace la izquierda en Estados Unidos.
Sin embargo, este tipo de manipulación ideológica no es exclusiva de los Estados Unidos. En España también hay ejemplos de cómo la televisión vende un determinado tipo de ideología de izquierdas en la que el homosexualismo político está muy presente.
Conservadores “idiotas”
Shapiro, que estudio Derecho en Harvard, ha conseguido demostrar con su libro, que tendrá una difusión máxima porque será publicado por una editorial filial de HarperCollins, que esos productores excluyen sistemáticamente a todo aquel que no sea progresista. Además, ha difundido algunas de esas grabaciones a través de Internet
Entre las confesiones más explícitas, se puede mencionar, por ejemplo, la de Marta Kauffman, co-creadora de Friends. Kauffman explica que cuando en la serie puso a la hermanastra del líder conservador Newt Gingrich casando a una pareja de lesbianas, fue «para j… a la derecha». Y reconoce que selecciona el staff de la serie para que sean «mayoritariamente progresistas».
Susan Harris, creadora de dos series míticas de los setenta (Enredo) y de los ochenta (Las chicas de oro), tan geniales en el humor como disolventes en el mensaje moral, considera que los críticos de televisión conservadores son «idiotas» y tienen «mentes medievales». Y añade una frase significativa: «Al menos, pusimos a Barack Obama donde está».
Y Leonard Goldberg, productor de Los Ángeles de Charlie o Starsky y Hutch, afirma que la izquierda «es 100% dominante en Hollywood, y quien lo niegue está negando la verdad». Shapiro le pregunta a Goldberg si la política es una barrera de entrada: «absolutamente», responde.
Fred Pierce, presidente de la ABC en los años ochenta, reconoce que quien sea conservador tiene poco futuro en la televisión. Quien no sea de izquierdas, «no asciende, se queda en el subsuelo», dice.
David Shore, creador de House, es aún más sincero: «En esta ciudad se asume que todo el mundo es de izquierdas. Si alguien es de derechas es mirado como con horror, y de lo que estoy seguro es de que eso no les ayuda».
Influir sobre la juventud
Una opinión que resume este estilo de producir televisión es la de Doug Herzog, presidente de MTV, quien ve su trabajo como el de alguien que tiene «superpoderes» para influir sobre la juventud.
Y es de eso de lo que se trata en última instancia, de utilizar el ‘prime time’ para crear una sociedad al gusto del establishment progresista. Aunque un gran número de estadounidenses son conscientes de ello, nunca nadie había conseguido reunir tantas confesiones juntas sobre esta tendencia, hasta que llegó Ben Shapiro.
También pasa en España
Lo que está sucediendo en Estados Unidos con la manipulación de los medios no es exclusivo de ese país. En España también se dan numerosos ejemplos de manipulación informativa para fomentar una determinada ideología de izquierdas.
En ese sentido, el ‘maridaje’ entre la política de izquierdas, la prensa rosa y el homosexualismo político está a la orden del día. Así lo pudimos comprobar hace tan sólo dos meses en la boda del diputado socialista en el Parlamento catalán Jaume Collboni, jefe de la campaña electoral de José Montilla en las pasadas elecciones autonómicas, con Óscar Cornejo, creador de programas de telebasura tan populares y transgresores como ‘La Noria’, ‘Sálvame’ o ‘Aquí hay tomate’.
A ese enlace asistieron entre otros el propio Montilla, Miquel Iceta, viceprimer secretario del Partido Socialista en Cataluña, reconocido homosexual, José Zaragoza, secretario de organización de los socialistas catalanes; y personajes tan variopintos procedentes de la televisión más transgresora como Jordi González, presentador de ‘La Noria’ (Telecinco), Jorge Javier Vázquez, presentador de ‘Sálvame’ (Antena 3), o los tertulianos Belén Esteban, Mila Ximénez o Karmele Marchante.
Cabe recordar que un buen número de cadenas de televisión en España tienen en sus parrillas de programación series de televisión o programas del corazón que venden una determinada ideología progresista. Es difícil contemplar esas imágenes sin que aparezcan en el guión referencias a relaciones íntimas hetero u homosexuales, entre jóvenes, en ocasiones muy jóvenes, o cualquier otra trama transgresora.
Un buen ejemplo de esa tendencia es la serie ‘Física o química’, donde una serie de jóvenes viven todas esas experiencias y más en el ficticio instituto Zurbarán.
Otro ejemplo es el de la serie de ficción española en torno a los vampiros, ‘Ángel o demonio’, que en el capítulo de la semana pasada incluía una escena en que una de las protagonistas, para no perder los beneficios de la fresca juventud, a pesar de ser septuagenaria, se acaba acostando con su hijo. Los excesos argumentales de esta serie incluyen la petición de esta vampira a su hijo, que gestiona un geriátrico, de que envenene a un anciano a su cargo con una inyección tóxica.
En relación a todo ello, un reciente informe del Observatorio de Contenidos Televisivos Audiovisuales (OCTA) denunciaba al respecto que los horarios protegidos para los niños en televisión no son más que una falacia, ya que se incumplen constantemente, pues en éstos se cuelan sin problemas algunas de esas series o programas como los que hemos mencionado antes, entre ellos también ‘El diario’ de Antena 3, ‘Tonterías las justas’ (Cuatro), o ‘Crimenes imperfectos’ (La Sexta), aparecen asimismo en la lista de programas ‘progres’ que incumplen el horario infantil.
Otro ejemplo lo tenemos en Cataluña, donde en junio de 2010 la serie ‘La Riera’, producida por la televisión catalana y emitida en TV3, dependiente de la Generalitat de Cataluña entonces gobernada por el Tripartito, emitía un capítulo en el que ‘inventaba’ sacerdotes que aconsejaban relaciones sexuales prematrimoniales. El planteamiento de este capítulo de la serie estaba manipulado para defender como normales y corrientes posturas progresistas ajenas totalmente a la Doctrina católica.