Comienza en España una época apasionante para avanzar en la construcción de políticas comprometidas con la familia y la vida, pues hay agentes nuevos en la vida política en los que se puede influir y se abre cada vez más paso una clara conciencia de que hay que apoyar la maternidad para afrontar problemas básicos del futuro como los derivados de la crisis demográfica.
Es cierto que también hay aspectos negativos como no podía ser de otra forma, entre los cuales tiene muy especial relevancia la influencia negativa de la ideología de género y su agenda política en muchos ambientes influyentes de nuestra sociedad. Por eso nuestro reto es seguir siendo agentes activos de la revolución cultural que lleve progresivamente a cada vez un mayor número de nuestros conciudadanos a descubrir las profundas insuficiencias de los planteamientos de género y la alegría y felicidad que pueden ir asociadas a familias configuradas alrededor de una visión del hombre acorde a nuestra real naturaleza.
Para ser eficaces en este cambio de mentalidad que nuestra época demanda es necesario tener las ideas claras en los campos básicos que definen al ser humano (sexualidad, carácter familiar, apertura esperanzada a la vida, etc.), pero sobre todo es necesario dar testimonio de la alegría y la estabilidad que proporciona apostar en la propia vida por amores fuertes y leales.