Organizar la carga laboral y los horarios de trabajo adaptándose racionalmente a las necesidades de la familia esa es la verdadera conciliación: la atención y cuidado de los hijos, presencia de ambos progenitores en el hogar, dedicación mutua, cuidado de los mayores y los dependientes.
Para poder gestionar de la manera más efectiva ese equilibrio, se deben dar unas circunstancias que faciliten tomar decisiones:
Es fundamental incentivar y promover entre las empresas horarios flexibles acordes a las necesidades de los trabajadores.
Asimismo, se debe elaborar, en colaboración con los Agentes Sociales, un Código de buenas prácticas sobre conciliación de la vida familiar y laboral en las empresas, en el ámbito de la Responsabilidad Social Corporativa.
Crear más guarderías y jardines de infancia cercanos a las zonas de trabajo de los progenitores para optimizar los desplazamientos en familia, e incrementar la financiación pública de las redes de guarderías públicas y de iniciativa social, y de los centros de día.
Por otra parte, hace falta formación específica para las madres y padres que decidan dedicarse al cuidado de los hijos durante su ausencia del mercado laboral para facilitar la reincorporación.