«Las vidas de los no natos deben ser protegidas durante todas las etapas», ha afirmado una integrante de la asociación Vida Valiosa (Precious Life), Bernadette Smyth, que también ha asegurado que la marcha ha sido un mensaje para el ministro de Justicia de Irlanda del Norte, David Ford, y para el primer ministro de Irlanda, Enda Kenny.
Smyth ha asegurado que la marcha ha sido la evidencia de que la mayoría no quiere que la ley del aborto sea más permisiva. «Nuestro mensaje para el primer ministro es que la gente no se quedará en silencio cuando las vidas de los no natos estén en peligro», ha añadido Smyth.
«El impulsar el aborto en las familias vulnerables es la mayor forma de discriminación, y para los no natos que sufren anomalías, es una forma de discriminación letal», ha asegurado Niamh Ui Bhriain, del Instituto de la Vida (Life Institute).
«Estamos apoyando a las familias que necesitan compasión y ayuda. Ambo gobiernos, tanto el del norte como el del sur, deberían escuchar a los padres que se encuentran en esta situación y que demandan una respuesta más adecuada que el aborto», ha dicho Bhriain.
La problemática del aborto ha puesto de manifiesto desde 2013 tras la prohibición de aborto impuesta a dos mujeres cuyos fetos padecían anencefalia, una enfermedad en la que faltan la mayor parte del cerebro y los huesos craneales del feto. Los bebés nacen muertos o solo sobreviven unas horas tras nacer.