Este año, el Día Internacional de las Familias coincide con una época de convulsión y tragedia para una gran cantidad de familias en el mundo. El recrudecimiento del extremismo violento, los efectos del desplazamiento forzado, los fenómenos meteorológicos extremos y otra serie de problemas están teniendo graves consecuencias para la salud y la integridad de las familias en situaciones de crisis. Incluso en sociedades relativamente estables, las familias siguen luchando contra la violencia, la discriminación y la pobreza.
Las familias están en primera línea en nuestros esfuerzos mundiales para llevar a la práctica la audaz e inclusiva Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. En particular, son esenciales para el logro del Objetivo de Desarrollo Sostenible 3, en el que todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas se comprometieron a garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades.
Los niños prosperan cuando reciben amor, atención de salud, educación y otros cuidados básicos. Durante la época sensible de la adolescencia, los jóvenes necesitan apoyo emocional, junto con información y servicios de salud reproductiva. Las tasas de suicidio de personas jóvenes lesbianas, gays, bisexuales o transgénero son mucho más altas que las de la población en general, por lo que la protección y la aceptación de estos jóvenes son una cuestión de salud pública.
En muchas sociedades, las mujeres y las niñas son víctimas de discriminación y violencia en el seno de la familia, y eso puede tener efectos graves y permanentes en su salud y bienestar. La vida familiar también es fundamental para la salud de las personas mayores, que permanecen activas y saludables cuando sus contribuciones se aprecian en el seno de la familia y la comunidad.
Los gobiernos deben apoyar la función crucial que desempeña la familia en sus diversas formas. Deben proporcionar acceso a servicios de salud reproductiva a fin de que los padres puedan decidir el momento de los embarazos y el tamaño de sus familias. La atención de la salud materna y la licencia de paternidad también son esenciales para que los padres puedan dar a sus hijos recién nacidos el mejor inicio posible en la vida.
Exhorto a los gobiernos, las empresas, las instituciones y otros asociados a que reconozcan que la prestación de cuidados es una parte esencial de la vida familiar. Todas las personas necesitan cuidados de miembros de la familia en algún momento de sus vidas y todos deberían poder proporcionar esos cuidados cuando surja la necesidad.
La promoción de entornos familiares de apoyo y de la parentalidad positiva por medio de políticas y leyes ayuda a las familias a criar hijos sanos y felices que tengan la posibilidad de llegar a ser adultos valiosos y productivos.
No dejar a nadie atrás significa no dejar a ninguna familia atrás.
En este Día Internacional de las Familias, propongámonos promover el desarrollo sostenible mediante la creación de un entorno propicio en el que todos los miembros de todas las edades de la familia puedan desarrollar su potencial de contribuir a nuestro mundo.
15 de mayo de 2016