¿Por qué nace Red Madre y cuál es su misión?
Ante la petición popular de crear una red de apoyo a las mujeres embarazadas que surgió en Castilla y León vimos la necesidad de que en Palencia trabajara Red Madre y a finales de 2009 nació la asociación para ayudar a todas esas mujeres embarazadas en riesgo de exclusión social, familiar, económica, etc. Nuestra labor es hacerles ver que existen alternativas al aborto, que no es la única solución que tienen cuando aparece un embarazo imprevisto.
En este tiempo hemos atendido a muchas mujeres. El año pasado fueron 24 las madres a las que prestamos apoyo -31 hijos-, alguna de ellas con más de un hijo. Hemos conseguido que muchas de ellas, que se sentían presionadas para abortar, al sentirse acompañadas y apoyadas hayan seguido adelante con el embarazo. En otros casos no ha sido posible. Nosotros les exponemos la situación, les comentamos las consecuencias de seguir adelante con el embarazo o si deciden abortar todas las secuelas que ello puede tener y son ellas las que tienen la libertad de elegir. Además a otras muchas las hemos acogido tras un aborto, para ayudarles a afrontar todo lo que conlleva esta decisión.
¿Quién trabaja en el colectivo?
Todos somos voluntarios. Ahora mismo hay una docena de personas implicadas y otras que colaboran esporádicamente. Todos estamos formados y preparados para ello, ya que anualmente participamos en actividades y cursos que nos permiten atender a estas mujeres.
Este curso hemos empezado también con la formación a las usuarias: desde el momento de la concepción hasta completar el desarrollo de la vida durante los nueve meses de gestación. Queremos completarlo con charlas de puericultura y, además, de forma individual se atiende cada necesidad, ya sea relacionada con la gestión de sus recursos económicos o con el acompañamiento en consultas médicas.
Como curiosidad, hace unas semanas una voluntaria ha estado acompañando en el parto a una usuaria, cuya pareja se ha hecho cargo de la situación tras el parto y ya no ha sido necesaria más nuestra intervención.
¿Cómo llegan las usuarias hasta la asociación?
La mayoría por el boca a boca de otras usuarias, pero también hemos dado a conocer Red Madre entre trabajadoras sociales de los centros cívicos, matronas de los centros de salud y en la sección de Maternidad del Río Carrión.
Algún caso también llega por Internet o por la línea telefónica de Atención a la Mujer.
¿Cuando una mujer acude a ustedes está desorientada, confusa o sabe lo que quiere y no puede cumplir sus deseos?
No hay un perfil definido de nuestras usuarias; es variadísimo. Tenemos desde mujeres muy jóvenes -incluso menores- hasta mayores de 40 años, unas con pareja y otras sin ella, etc.
En muchos casos se acude a Red Madre por necesidad económica, incluso con pareja, pero eso a su vez requiere un acompañamiento psicológico, ya que su angustia es qué pasará cuando nazca el bebe si no tienen recursos. Nuestra labor se basa en tranquilizarles y buscar las vías para ver de qué manera se puede solucionar su problema.
En otros casos necesitan desahogarse y exponernos su situación para verse apoyadas y, en otros, se acaban de enterar de algo que no esperaban y no saben cómo enfrentarse a ello o a quién acudir.
Cuando quien busca ayuda es una adolescente, ¿es más difícil por su edad, mentalidad o situación familiar?
Los casos de chicas jóvenes que hemos tenido han mostrado más madurez y responsabilidad que muchas mujeres más mayores. La verdad es que no hay muchos casos, ya que la vía fácil la tienen muy señalada: abortar. Queremos llegar a esas chicas, pero no encontramos la fórmula, porque una vez que se quedan embarazadas sienten presión por todos lados. Ellas mismas sienten que lo han perdido todo, pero no conocen el síndrome postparto y todo lo que va a conllevar el hecho de que toda su vida carguen con ese trauma.
Abortan porque está normalizado en la sociedad. En los últimos años se cree que es algo tan normal y natural como un parto, una concepción totalmente equivocada. Se está comprobando que el síndrome postparto no solo afecta a la mujer, sino también al padre y a los abuelos del pequeño.
¿Cómo se convence a una mujer violada, o que sabe que su hijo puede tener problemas y quiere abortar, de que cambie de opinión?
Red Madre no ha atendido directamente ningún caso de violación, sí conocemos casos reales de personas a las que se les ha animado a seguir adelante y después dar en acogida al bebé. Pero una vez que ha nacido el niño -que también es suyo, no solo del violador- lo han visto, y han optado por seguir con él y se les ha sanado el trauma de la violación. Si al trauma de la violación le suman el del aborto, esa vida queda destrozada del todo.
En el caso de bebés con malformaciones, el año pasado hemos tenido una situación y no hemos logrado que siguiera adelante con la vida. Ahora mismo tenemos otro caso y estamos luchando para que siga adelante.
En todo momento respetamos el espacio y la libertad de las personas; nuestra única intención es ayudar, que sepan que no están solas y mostrarles los caminos que existen. Que sepan que la opción del aborto va a perjudicar al bebé, que es la primera víctima, pero la mujer es la segunda.
Ellas son las que tienen que abrir la puerta para recibir la ayuda. Nosotros estamos aquí de forma incondicional.
Dicen que todo en la vida se supera, ¿un aborto también?
Hay gente que lo ha superado, pero le ha costado muchos años y mucho esfuerzo de sanación y de perdonarse a sí misma, que es lo que más les cuesta. Se siente responsables de esa muerte incluso después de treinta años. Aún cuando se han perdonado a sí mismas, nunca se les quita de la cabeza ese hijo.
¿Es consciente la sociedad del problema real del aborto?
En general no. Hay gente muy mentalizada y luchando por la vida, pero una facción muy pequeña de la sociedad nos trata como radicales y nos acusa de no respetar la libertad de la mujer, cuando es al contrario. Lo que hacemos es defender a la mujer, acompañarla y apoyarla en lo más intrínsecamente natural que forma parte de una mujer como es la maternidad.
Hace unos días me resultaba escandaloso escuchar a una juez del Tribunal Constitucional alegando que tenía que haber aborto para que las mujeres pudiéramos equipararnos a los hombres. Las mujeres por naturaleza no somos iguales a los hombres y contra eso no podemos ni debemos luchar, porque es maravilloso que seamos diferentes. ¿Acabar con la vida de una persona es lo que te va a equiparar a un hombre? Pues no lo quiero para nada.
¿Qué piensa de lemas como Nosotras parimos, nosotras decidimos?
Como madre siento que lo que más te engrandece y te hace realizarte como mujer es la maternidad. Las que tenemos ese privilegio lo sabemos. Considero que esas personas en el fondo no lo tienen interiorizado, razonado y vivido y que con el tiempo quizá se lleguen a dar cuenta y sufran las consecuencias. El problema es que lo están bombardeando tanto en la sociedad que se ha naturalizado y los jóvenes ven el aborto como algo normal y cuando se les plantea una perspectiva diferente se quedan hasta extrañados, como que nunca habían pensado que existían otra alternativa.
Una nueva reforma de la Ley del Aborto. ¿Cuál es la opinión de Red Madre?
Es una ley que no tiene ninguna regulación en cuanto a apoyo a la mujer embarazada. Hace falta que se fomenten las ayudas de apoyo a la mujer y que se mentalice a la sociedad de que la maternidad es una alegría, no un castigo. Ahora mismo la maternidad está penalizada. Cuando alguien va a tener el tercer hijo o se queda embarazada a una determinada edad, muchos le dicen que si sabe lo que hace, a lo que se suma la ausencia de conciliación de la vida familiar y laboral en los trabajos.
¿Las legislaciones restrictivas garantizan un menor número de abortos?
Tengo mis dudas. Hay gente que dice que si no se permite hacerlo de forma legal se buscará el sistema ilegal. No es una garantía de salud para la mujer el que se haga legalmente, hay muchos casos de síndrome postaborto físico, ya que muchos centros abortivos te dan el alta a las pocas horas y si tienes problemas acudes a tu centro de salud, por lo que ya no se queda registrado como que fuera una secuela del aborto.
La solución tiene que buscarse en la base, en la sociedad.No hablar tanto del aborto como algo supernegativo -que lo es- sino fomentar el valor y la dignidad de la vida. A partir de ahí va todo encadenado: el respeto a los demás, que no haya maltrato familiar, ni violencia machista, etc. La dignidad de la persona si se la respeta desde el inicio se la va a seguir respetando después.
Para Red Madre, ¿dónde están los límites para abortar o no?
Para Red Madre todo aborto es un fracaso. Incluso en el caso extremo de que un bebé venga con malformaciones y te digan que no va a sobrevivir cuando nazca, a unos padres les queda la paz de haber dejado que su hijo viviera hasta donde tenía que vivir y haber terminado su vida de forma natural. La gente que ha pasado por esa experiencia la ha vivido con mucha serenidad, ha podido abrazar a su pequeño, despedirse de él y no cortar de manera directa esa vinculación con el bebé que se lleva dentro.
Estamos a favor de la vida en su concepción natural y en su muerte natural.
Hay países como Chile que prohíben el aborto en todas sus circunstancias, lo que en muchos casos conlleva a optar por el aborto clandestino. ¿Son buenos los extremos?
Lo que sale de mi corazón es decir aborto cero, pero en Red Madre tenemos un lema que es no juzgar a nadie y dar libertad. Por eso es básica una metalización de la sociedad, así como leyes de educación. El aborto clandestino lleva también a que a la mujer, de alguna manera, se la esté maltratando y eso hay que evitarlo.
Detrás del aborto, el cuarto negocio más grande del mundo, hay muchas personas y quienes se benefician no son precisamente las mujeres ni las parejas que se quitan del medio el problema.
El aborto clandestino y el legalizado seguirán adelante porque interesa. La Ley que entró en vigor en 2010 nació tras descubrirse en una clínica de Barcelona muchos abortos ilegales de fetos de ocho meses y, en lugar de penalizar a ese centro, se cambió la ley. Es como decir: hay muchos robos, pues vamos a legalizarlos.
¿Qué concepto tiene la sociedad actual de la familia?
Ha habido unos años en los que el término se había degradado totalmente. Hablar de familia tradicional era como referirse a algo arcaico y carcomido. Pero me doy cuenta de que las nuevas generaciones empiezan a valorarlo más y son más sensibles a la necesidad de que haya un núcleo familiar. Muchos jóvenes han vivido en familias desestructuradas, donde no hay un equilibrio ni una estabilidad, y están viendo la necesidad de un espacio donde se fomente el amor, el respeto y se eduque en valores a la persona.
¿Qué papel juega la educación en la batalla por la vida?
Un papel clave. Desde la infancia se absorbe todo y si desde edades tempranas se habla del valor de la vida y de la dignidad humana, ellos se sienten valorados y queridos, algo que muchos no lo han vivido cuando llegan a la adolescencia. El hecho de que se les diga que son únicos e irrepetibles, que tienen un valor por encima de lo demás pero a la par que todos los seres humanos, da el derecho a ser respetado y la obligación a respetar a los demás.