Los Croods son una familia de cavernícolas que viven en la época prehistórica. El padre de familia es Grug y todos obedecen sus órdenes: su esposa Ugga , sus hijos Eep y Thunk, y su suegra Gran. Grug está obsesionado con la seguridad y para él lo más importante es resguardarse en su cueva. La vida de los Croods es muy monótona: conseguir comida, huir de los depredadores y ocultarse en su cueva en cuanto se pone el sol. Pero Grug tiene un problema con su hija Eep, una adolescente inquieta que quiere descubrir cosas nuevas y se siente aprisionada con la vida que lleva. Fascinada por la luz y nada temerosa de la oscuridad decide una noche escapar de la cueva y perseguir un extraño resplandor. La luz procede de la antorcha que lleva un simpático joven…
Estupenda película de animación elaborada por la factoría DreamWorks y que sobrevuela muy alto en cuanto a calidad de producción y solidez del guión. Los cineastas Kirk De Micco (Space Chimps: Misión espacial) y Chris Sanders (Cómo entrenar a tu dragón) salen muy bien parada en su doble labor como guionistas y directores y regalan una soberbia película que embelesará a los más pequeños y hará disfrutar también a los adultos. La clave está en una historia atractiva y con cierto meollo, y en una óptima definición de personajes, todos ellos bastante entrañables. Destacan especialmente la intrépida Eep –cuya independencia y arrojo recuerda bastante a otra pelírroja animada, Mérida, protagonista de Brave– y su padre Ugg, un grandullón que huye de las novedades y no destaca precisamente por su capacidad de raciocinio. Temas como el amor a la libertad, los peligros de la sobreprotección, la importancia de ir forjando el propio futuro o la unión familiar van cogiendo forma conforme avanza la historia, la cual ofrece un marco excelente para conocer también algunos hitos en la historia de la humanidad, como el descubrimiento del fuego, la domesticación de animales o la creación de pinturas rupestres.
Capítulo aparte merece el aspecto visual del film, de todos puntos excelente. El colorido de las imágenes es apabullante y la imaginería paisajística desbordante, incluida también la invención de unos cuantos animales muy variopintos, como la ballena con patas o los pájaros caníbales. Sobresale además el inmejorable ritmo de la acción, con momentos llenos de trepidación, y por supuesto no faltan gags muy graciosos (sirva de muestra su modo de hacer fotografías) y momentos para el amor y la generosidad.