En una época en que mucha gente está perdiendo las convicciones personales que hacen posible el compromiso matrimonial y la creación de familias estables; en una época en la que las leyes ya no son capaces de recoger los contenidos esenciales del concepto de matrimonio y familia; en una época en la que la ideología de lo políticamente correcto impide a muchísimas personas hablar bien del matrimonio y la familia, la Conferencia Episcopal Española ha hecho público un extenso documento («La verdad del amor humano. Orientaciones sobre el amor conyugal, la ideología de género y la legislación familiar») en el que vuelve a proponer la mejor doctrina humanista sobre la familia, la sexualidad y el matrimonio.
Desde este editorial queremos expresamente agradecer a los obispos españoles la coherencia con que la Iglesia católica levanta la voz en defensa de estas realidades tan importantes para la persona y la sociedad sin miedo y sin complejos.
Los católicos pueden sentirse legítimamente orgullosos de la fidelidad y la valentía con que la Iglesia se convierte en testigo de la bondad de la familia y da razones para la esperanza en la posibilidad cierta de construir vidas plenas y felices sobre la base de un amor fiel, comprometido y abierto a la vida.