NASHVILLE, Tennessee, 22 de septiembre 2011 (Notifam / Prensa Foro de la Familia) – Anne Marie Dust, es una joven enfermera que defiende la vida desde muy pequeña gracias a la actitud «abierta a la vida» que la inculcaron sus padres.
Desde la adolescencia, Anne Marie ya pensó en cursar los estudios de enfermería, especialmente orientados a la salud de la mujer: “ser enfermera es ocuparse increíblemente de otras personas, ocuparse profundamente por ellos, ocuparse de lo que es mejor para ellos. Empleas el corazón y las manos, de esto se trata”, dice Anne-Marie en un video de su historia, elaborado por el Alliance Defense Fund [Fondo para la Defensa de la Alianza].
Para seguir su sueño, Anne Marie se apuntó en su último año de carrera al Programa de Residencia de Enfermería en la Universidad Vanderbilt, en Nashville, Tennessee. Su objetivo era desarrollar una carrera para proporcionar atención a mujeres embarazadas y a sus hijos antes de nacer.
No sólo Anne Marie fue pre-calificada para apuntarse al Programa de Residencia de Enfermería, en Vanderbilt, sino que además era una estudiante brillante. Pero, a medida que iba estudiando los papeles de la solicitud del programa, se sorprendió al descubrir que Vanderbilt le exigía que certificara por escrito que estaría dispuesta a practicar abortos.
La solicitud indicaba: “si usted cree que no podrá prestar este tipo de atención a mujeres, le recomendamos que se inscriba en un nivel diferente del Programa de Residencia de Enfermera”. “Si los abortos eran un requisito, entonces no tenía sentido completar la solicitud”, dijo Anne Marie a LifeSiteNews.com. La aspirante a enfermería tenía claro el sentido de su profesión: es “cuidar a las personas”.
Como una estudiante pro-vida, Anne Marie estaba atenta a las actitudes de cultura de la muerte que impregnaban su universidad. “En mis clases de enfermería, se suponía que si uno estaba ‘por’ la salud de las mujeres, entonces no era pro-vida. En las clases de la universidad en general, no se lo consideraba siquiera al punto de vista pro-vida en mis clases o en los asuntos del campus”.
Mientras la solicitud de enfermería de la Universidad daba vueltas en su cabeza, Anne Marie decidió que era hora de tomar una decisión en base a sus convicciones, y con la ayuda del Fondo de Defensa de la Alianza, a principios de enero de 2011 presentó una demanda federal al Departamento de Salud y Servicios Humanos.
La denuncia objetaba la “discriminación ilegal” de la universidad al obligar a los estudiantes que asumen con seriedad sus creencias pro-vida a violar sus “derechos federales de conciencia” para estar de acuerdo en colaborar con los abortos.
El Fondo tenía una sólida base legal sobre la cual apoyarse: la ley federal prohíbe a las instituciones educativas -que reciben subsidios federales- que nieguen la admisión de los solicitantes que quieran capacitarse o estudiar, por negarse a participar o practicar abortos, como consecuencia de las creencias religiosas o a las convicciones morales de los solicitantes. Vanderbilt recibe cada año más de 300 millones de dólares de los impuestos federales para la salud.
Anne Marie le dijo a LSN que cuando presentó la denuncia inicialmente sintió “miedo”, a la reacción de su escuela, o limitar su capacidad para participar en los Consejos, o reducir sus perspectivas de trabajo. “Una vez que lo decidí, hubo en mí una gran paz porque sabía que había hecho lo que tenía que hacer, y que el resto iba a depender de la providencia de Dios”.
“Al final del día tienes que defender lo que es más importante para ti”, dijo Anne Marie, que se planeaba seguir adelante con la carrera de enfermería, aunque no fuese en Vanderbilt.
A las 26 horas del envío de las cartas del Fondo a las autoridades federales, la universidad rescindió la política que obligaba a los estudiantes a participar en abortos, dijo David Cortman, Consejero Jurídico Principal.
En la carta dirigida a todos los que se inscriben en el Programa de Residencia de Enfermería de Vanderbilt, Debianne Peterman, director del programa, se podía leer que “ningún profesional de la salud está obligado a participar en un procedimiento de interrupción del embarazo si esa participación es contraria a las creencias religiosas de una persona o a sus convicciones morales”.
“No sólo fue una victoria para Anne Marie, sino que fue una victoria para todos los estudiantes que llegasendespués de ella”, dijo Cortman.
La historia de Anne Marie ya ha inspirado a estudiantes pro-vida que desean convertirse en enfermeras.
“Como estudiante de enfermería, me da miedo que efectuar abortos sea parte de la capacitación de la escuela de enfermería. Voy a luchar si se espera que yo asista al asesinato de niños no nacidos. Me estoy convirtiendo en una enfermera para atender a las personas… no para matarlas”, dijo Caitlin Ann en un blog de LiveAction.
Para Anne Marie, asumir una posición no era cuestión de política o de religión, sino “hacer frente a lo que es mejor para las mujeres”. “En realidad todo se reduce a hacer lo que sabes que es necesario que se haga”, añadió.
Según un reciente artículo en el National Catholic Register, cada vez más enfermeras y estudiantes de medicina podrían, en el futuro, verse obligados a defender sus derechos de la misma forma que Anne Marie. En el artículo mencionado, Daniel Kuebler, profesor de biología en la Universidad Franciscana de Steubenville, apunta a la evidencia: los estudiantes pro-vida en el campo de la medicina están siendo sistemáticamente discriminados.
“Esta situación hace que sea imperioso que la comunidad pro-vida hable al Congreso y aliente la aprobación de leyes, enérgicamente redactadas, de protección de conciencia para los trabajadores de la salud”, dijo Kuebler.
Finalmente, Anne Marie aprobó recientemente las juntas de enfermería y ahora es una enfermera que ayuda a las madres en el reposo en cama antes de ser llevadas a una unidad de preparto en Illinois.
Para ver un vídeo sobre la lucha de Anne-Marie con Vanderbilt, haga clic aquí.
Versión original en inglés en http://www.lifesitenews.com/news/the-young-pro-life-nurse-who-took-on-a-pro-abortion-university-and-won
Traducción por José Arturo Quarracino / Carmen González
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