La Fundación + Familia presenta las doce primeras Empresas Familiarmente Responsables, certificadas como compañías que favorecen la igualdad de oportunidades, la integración y la conciliación de vida laboral y familiar.
La Secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Familias y Discapacidad, Amparo Valcarce, ha presidido hoy en el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, la entrega del Certificado de Empresa Familiarmente Responsable a las doce primeras empresas distinguidas como tales, por haber adoptado un modelo de gestión encaminado a favorecer la igualdad de oportunidades, la integración y la conciliación de la vida laboral y familiar.
Este Certificado ha sido desarrollado por la Fundación +Familia, con objeto de mejorar las relaciones trabajo-familia y dar respuesta a las necesidades actuales que tienen hoy los ciudadanos a la hora de desarrollarse como personas y como trabajadores.
Las empresas certificadas son MRW, Iberdrola, Sanitas S.A. de Seguros, Grupo Ferrovial, Banesto, Cintra, Schering Plough, TQ Tecnol, David Rey Marketing Outsorcing, Decepal, Prysma y el Instituto de Fomento de la Región de Murcia. Todas ellas se implicaron hace unos meses en un proceso para mejorar las condiciones de vida de sus trabajadores, a través de políticas de flexibilización horaria y espacial, con posibilidad de trabajar desde casa y adaptar la jornada a las necesidades familiares; estabilidad en el empleo, apoyo profesional, apoyo a la familia e integración laboral de los colectivos más desfavorecidos –minusválidos, mujer….-, etc., políticas, todas ellas, sustentadas en un liderazgo y estilo de dirección comprometido.
Con esta certificación, que han recogido esta mañana responsables de todas las compañías, la Fundación +Familia pretende fomentar el nacimiento de una nueva cultura del trabajo, que permita una eficaz armonía entre la esfera laboral y la familiar y personal, tal y como está demandando la sociedad actual. Esta nueva cultura del trabajo incidirá en la relación trabajo-familia y en una serie de indicadores clave, tanto desde el punto de vista de la sociedad en su conjunto, como desde el punto de vista de la empresa. Como ejemplo de lo primero, esa nueva cultura del trabajo pretende cooperar a la recuperación de la tasa de natalidad, que en las dos últimas décadas ha experimentado un brusco descenso; a una mayor protección de la infancia, que está sufriendo las consecuencias negativas de las largas jornadas laborales de los padres; una mayor integración de todos los colectivos más desfavorecidos, y a una mayor igualdad entre hombres y mujeres, cuyas diferencias fundamentales en enmarcan precisamente en el tandem trabajo-familia.
En el plano de la empresa, el CEFR pretende favorecer una mejora de la productividad, mediante una concepción del trabajo basada en el rendimiento y la eficacia al margen de la cantidad de horas trabajadas y de la presencia física del trabajador; reducir el absentismo y la rotación y, por ende, retener el talento, gracias a una mayor calidad de vida de los trabajadores y a la generación de un clima de paz social en la empresa.
Según el director del Área Familiarmente Responsable, Roberto Martínez, «está claro que un trabajador que tiene la posibilidad de ausentarse del trabajo para atender necesidades familiares, trabajar algún día desde casa, mejorar su formación dentro de la empresa y ahorrar tiempo gracias a servicios como el comedor de empresa, el parking, etc., va a trabajar de forma más comprometida y eficiente, va a ser más productivo y va a pensarse mucho más un cambio de trabajo, porque hoy se valora por encima de todo la calidad del trabajo, incluso por encima del salario tradicional; con todo ello, la empresa mejora su rendimiento y atrae y retiene a los mejores, con lo que también mejora su competitividad».
El Modelo de Gestión que soporta el EFR, ha sido desarrollado sobre la base de trabajos anteriores del IESE, que han sido adaptados, con la participación de empresas de consultoría, certificación, industriales y de servicios, a las necesidades de un proceso de gestión certificable por tercera parte y basado en la mejora continua.
La adaptación ha sido necesaria para poder aplicar el EFR a empresas de todos los tamaños (desde multinacionales a PYMES), de todos los sectores (desde las puramente de servicios a las de producción), con cualquier tipo de estructura (verticales u horizontales) y diferentes estructuras corporativas, lo que avala la nómina de las primeras empresas certificadas, en la que figuran 4 empresas del Ibex 35 –Ferrovial, Iberdrola, Cintra y Banesto-, dos multinacionales –Scheering Plough y Sanitas- y varias pymes.
El EFR tiene un periodo de validez de tres años, durante el cual la empresa podrá incorporar a su marca el distintivo «Empresa Familiarmente Responsable» para usarlo en todas sus comunicaciones. Transcurrido ese plazo, la compañía podrá renovarlo por periodos de igual duración.