Cuando las consecuencias sociales de la crisis económica siguen manifestándose con crudeza en la vida de muchos españoles, conviene volver a resaltar cómo la familia sigue siendo la institución social que más ayuda a laminar los peores efectos de esta crisis. La familia sigue operando como la gran institución de acogida, de ahorro y de implementación eficaz de verdaderas políticas sociales en beneficio de los más desfavorecidos y de los excluidos por razones de desempleo, salud o edad.
Por esta razón, es de total justicia que de una vez por todas, se apliquen en España políticas públicas de apoyo a la familia y a la institución que le da estabilidad y proyección legal: el matrimonio.
Cuando se están tramitando los PGE para el próximo ejercicio es hora de exigir que se creen partidas presupuestarias dignas en apoyo de la familia y que esta deje de ser la gran olvidada de las políticas públicas.
Por estos motivos, desde hace unos años, el Foro de la Familia viene promoviendo ‘Medidas de Política Familiar’ generales, para Comunidades Autónomas y para los ayuntamientos. Son ‘pequeños gestos’ que poco a poco y con voluntad política pretenden poner en práctica una perspectiva de familia en la sociedad.