La sociedad española, y en especial nuestros jóvenes, necesita una expectativa de futuro. Cuando pienso en el panorama educativo, observo que los verdaderos protagonistas de la acción educativa están siendo relegados, olvidados y, en algunos casos, ninguneados. Por ello, desde un análisis comparativo y globalizado, creo que entre todos deberíamos ayudar a dar la vuelta a un sistema educativo obsoleto y diseñado, hace tiempo, para facilitar el paso de la dictadura a la democracia. Es la hora de que la educación deje de estar en manos de quien nunca tuvo que estar: los políticos.
Propongo, como método, el análisis de las funciones de cada uno de los actores. En toda representación escénica nos encontramos con un director, un productor, unas infraestructuras, unos actores secundarios y otros principales… Como toda metáfora educativa, la comparación de la educación con el arte escénico también tiene sus deficiencias, pero puede servir para visualizar e ilustrar el diseño, aunque nunca pretenderá describir su esencia.
EL MODELO COLABORATIVO.
Un enfoque colaborativo de la escuela o de los centros docentes es aquel en el que los protagonistas son realmente los actores principales: alumnos, maestros y padres. Este modelo supone que el resto de agentes sean actores secundarios y permitan a los protagonistas brillar y lucirse para así poner de relieve el valor de la obra. Entonces, ¿cuál es el papel del los actores o agentes secundarios? Lo podríamos resumir en dos palabras: facilitadores y alentadores.
Así, la ADMINISTRACIÓN DEL ESTADO, según marca artículo 27.5 de la Constitución Española de 1978, programará la educación con la participación de todos sectores y garantizará a todos el derecho a la educación. Para ello, facilitará que los padres (art. 27.3) puedan elegir el tipo de centro que se adecúe a sus valores y estilo de vida.
La ADMINISTRACIÓN AUTONÓMICA, al tener las competencias delegadas en materia educativa, ha de dotar de todos los recursos necesarios humanos y económicos para que la iniciativa pública y social puedan estar al servicio de los protagonistas del triángulo de la educación: maestros, alumnos y padres.
También la ADMINISTRACIÓN LOCAL posee una función en el sistema educativo. Ella, al ser la administración más cercana al ciudadano, puede ofrecer y facilitar todos los recursos existen en la ciudad y en el municipio para fomentar una enseñanza de calidad adecuada al contexto donde padres, alumnos y maestros desarrollan la acción educativa. Las escuelas para padres, el deporte escolar para el alumnado y los recursos didácticos de la ciudad integrados en la programación de aula del maestro, pueden suponer una gran ayuda del Ayuntamiento a la educación formal y reglada.
Finalmente, hago referencia a otro de los actores secundarios, la COMUNIDAD EDUCATIVA, formada por todas aquellas personas físicas o jurídicas que coadyuvan a cumplir los fines de la educación: la escuela y su equipo directivo, las asociaciones de todo ámbito, empresas de servicios… La comunidad educativa ha de propiciar un clima de colaboración para que los principales protagonistas de la educación cumplan su cometido.
Pero, ¿cuál es el papel que han de representar los actores principales? ¿Quién escribe el guión? ¿Quién matiza la interpretación? ¿Quién corrige los errores o deficiencias? No cabe duda que hay unos principios educativos previos e irrenunciables y, aunque son muy básicos y elementales, no siempre han sido respetados por la Administración Pública:
1.- los PADRES tienen la responsabilidad de la educación de los hijos,
2.- los MAESTROS son los colaboradores directos de la familia,
3.- los ALUMNOS han de desarrollar su personalidad aprovechando todos los recursos que la comunidad le ofrece.
Para saber más:
Perspectiva de Familia, José Javier Rodriguez