- En el primer semestre, hubo 206.656 nacimientos y 225.924 defunciones, según el INE.
Así, España presenta un crecimiento negativo: mueren 19.268 personas más de las que nacen. - La asociación que preside Mariano Calabuig señala que los candidatos sí hablan de ayudas a la familia, pero son “propuestas vagas”.
- Medidas que junto a la conciliación pueden ayudar, pero no son suficientes para resolver el problema.
- Para ello hará falta mucho más: concienciar a la sociedad y, principalmente, a los matrimonios jóvenes.
En los primeros minutos de este viernes ha arrancado oficialmente la reñida campaña electoral del 20-D, en la que los partidos intentarán de múltiples formas conseguir el voto, sobre todo el del 41,6% que aún está indeciso, según señaló el CIS. Pero ante este escenario el Foro de la Familia ha querido poner los puntos sobre las íes: advierte que ningún candidato se ha mostrado preocupado por el grave problema demográfico.
La asociación que preside Mariano Calabuig no hace su aviso al tuntún, sino después de que el Instituto Nacional de Estadística (INE) publicara el pasado miércoles datos de nacimientos, defunciones y matrimonios del primer trimestre de este año. Las cifras hacen saltar las alarmas: 206.656 nacimientos y 225.924 defunciones.
Así, la población española ha presentado en los primeros seis meses de 2015 un crecimiento vegetativo negativo, pues mueren 19.268 personas más de las que nacen. Sin embargo, aunque los candidatos a La Moncloa no parecen estar preocupados, varias asociaciones del ámbito civil, entre ellas, el Foro de la Familia, vienen alertando desde hace tiempo del preocupante descenso de la población.
La asociación que preside Calabuig ha señalado que es cierto que los candidatos sí hablan de ayudas a la familia, aunque con opacidad y la mayoría son sólo “propuestas vagas”. Y es que las medidas económicas y la conciliación pueden ayudar, aunque no son suficientes para resolver el grave problema demográfico.
Se trata de “un esfuerzo de todos” y para ello hará falta mucho más. En concreto, será necesario concienciar a la sociedad -incluidas las empresas– y, principalmente a los matrimonios jóvenes. Una tarea que será “difícil” porque “no se les ha educado precisamente en el esfuerzo y el compromiso”, pero en la que todos debemos remar hacia el mismo lado, pues está pendiente no sólo nuestro futuro, sino también el de las próximas generaciones.