En el post anterior escribí sobre las recomendaciones que de Sam Redding ofrece a los padres para que estos puedan dar el mejor apoyo a sus hijos a la hora de retomar los estudios. Pero, ¿qué se puede hacer desde la escuela para ayudar a las familias en esta responsabilidad ineludible? Ya lo sabemos, los padres somos los primeros responsables de la educación de nuestros hijos, pero la sociedad entera ha de apoyarnos.
En el post anterior desglosé el primer capítulo de la publicación de Redding. En los siguientes capítulos el autor analiza, con mayor profundidad y detenimiento, esas rutinas del hogar que contribuyen al desarrollo de las habilidades y procedimientos que el hijo precisa en su quehacer como escolar. Este conjunto de destrezas es lo que Redding denomina “el currículo del hogar”.
La escuela posee su propio currículo que ha ido elaborando desde hace más de dos siglos de trabajo. ¡Ahora es nuestro turno! Durante muchos siglos la familia ha educado a las futuras generaciones con un bagaje de conocimientos transmitido de forma oral de una generación a otra. Así, en la última década, está surgiendo un movimiento que busca avalar, mediante el método científico aquello que, por sentido común, ya sabemos.
Voy a intentar ser muy conciso y breve. Los investigadores de la educación concluyen de forma unánime que:
1. Los niños se benefician de las relaciones padres-hijos si estas cuentan con un vocabulario rico y se alientan con el apoyo emocional.
2. Los niños rinden más, en el ámbito escolar, cuando los padres les proporcionan límites predecibles para sus vidas, estimulan un uso productivo del tiempo y propician experiencias de aprendizaje como algo habitual en la vida familiar.
3. Las metas que los padres marcan a sus hijos determinan lo que los niños consideran importante. Sí, todo esto está muy bien, me puede argumentar un lector habitual. Pero, ¿en qué puede ayudar el centro educativo donde está escolarizado mi hijo para que yo sea un buen padre? Redding también nos presenta una síntesis de las investigaciones en este campo.
En los capítulos 6, 7 y 9 y afirma que “los niños se benefician cuando sus padres y profesores se comunican entre sí en ambas direcciones”. ¿Qué quiere decir esto en la práctica?
1. Los alumnos rinden más cuando padres y profesores comprenden sus expectativas mutuas y se mantienen en contacto para hablar sobre los hábitos de aprendizaje, las actitudes hacia el centro escolar, las interacciones sociales y el progreso académico de los niños.
2. El primer punto de contacto entre el centro escolar y la familia es el profesor
3. Para ello, se precisa un marco administrativo y normativo que permita crear un ambiente que conduzca a la comunicación y proporcionar oportunidades adecuadas para ella.
4. Los profesores se sienten más inclinados a iniciar una comunicación con los padres cuando perciben que la dirección y la inspección valoran dicha comunicación, que sus compañeros apoyan la implicación de los padres y que los padres parecen apreciar sus iniciativas.
5. Esta comunicación entre el centro y la familia será más eficaz cuando fluye en ambas direcciones. Hasta aquí la reflexión teórica de Redding, porque después desgrana una serie de iniciativas prácticas que favorecen este clima de colaboración familia-escuela.
Entre ellas destaco aquellas que, en nuestro contexto de ciudad, podrían ayudarnos: (Las dos últimas propuestas son aportaciones mías al documento de Redding).
Entrevistas padres-profesores-alumnos
Preparar una agenda de entrevistas entre padres-profesores-alumnos que estimule la participación de las tres partes. Redding sugiere que antes del encuentro a tres, haya un acuerdo previo padres-profesor mediante una entrevista previa.
Boletines informativos de doble dirección.
La primera ya la conocemos. Pero, también, pueden utilizarse en sentido de ida y vuelta. Para ello se puede incluir un informe de los padres sobre los progresos del niño en casa en cuestiones relacionadas con el centro escolar, tales como: disposición a realizar tareas escolares en casa, leer por placer, control del tiempo empleado en ver televisión, actitud hacia el aprendizaje. Los boletines también pueden animar a los padres a informar al centro sobre preocupaciones específicas o a solicitar entrevistas.
Periódico escolar
Muchos centros escolares publican periódicos. Para estimular la comunicación en las dos direcciones, se puede pedir a los padres que escriban artículos para el periódico. ¿Qué consejos pueden dar los padres para ayudar a los niños a realizar las tareas escolares en casa? ¿Qué actividades familiares les gustaría compartir a los padres? ¿A qué lugar con valor educativo ha ido recientemente la familia?
Tarjetas de felicitación de ida y vuelta
La felicitación por logros o conductas adecuadas ya viene siendo algo habitual en nuestros colegios… ¿Y en los IES? Pero, es que los profesores, como a cualquier persona en su trabajo, también les gusta recibir notas de reconocimiento. Se pueden distribuir blocs de tarjetas entre los padres. Un buen método es añadir tarjetas de felicitación en blanco en el periódico escolar y los padres pueden recortarlas y enviarlas notas a los profesores.
Encuentros de puertas abiertas padres-profesores
Designar cierto tiempo para encuentros en que los profesores estén disponibles para los padres. Algunos centros asignan para ello 30 minutos cada mañana antes del horario lectivo (o en determinados días de la semana).
Buzón de sugerencias
Animar a los padres a usar un buzón de sugerencias del centro y colocar un tablón de anuncios específico para padres en la entrada principal del centro.
Vínculos con la familia desde el aula
A los padres les gusta saber lo que están aprendiendo los niños en el centro. Para ello, puede ser útil hacer un informe semanal para llevar a casa que incluya los tópicos trabajados en el centro esa semana. Este informe puede incluir también ejemplos de actividades padres-hijos relacionadas con lo que se está aprendiendo en el centro.
Libreta de anotación de tareas
Una libreta donde los alumnos anoten las tareas diarias (y donde quizás también registren las calificaciones que obtienen) es útil para mantener a los alumnos al tanto de sus logros.
Las nuevas tecnologías
Redding no contempla en su publicación las nuevas tecnologías de la comunicación y de la información. Los periódicos digitales, la lista de correos electrónicos, las herramientas de comunicación web colegio-familia están ayudando mucho en este sentido.
La participación
Redding apunta, también, el voluntariado en el centro educativo como una forma eficaz de transmitir a los hijos nuestro aprecio por lo que ellos realizan en la escuela. Las familias deberíamos implicarnos más en los diversos procesos que ocurren en los colegios: consejos escolares, asociaciones de padres o equipos deportivos. En este sentido, la ley tendría que cambiar para que los padres podamos captar fondos, de todo tipo, para que el centro educativo esté mejor dotado.
Hasta ahora, la inversión en un colegio solo puede realizarla la administración pública o del titular de centro concertado, nunca la asociación de padres o un particular interesado.
Web-grafía REDDING, S. Familias y centros educativos. UNESCO
La Tribuna de Salamanca, por José Javier Rodríguez