familia explicó el engaño tras el concepto de la llamada «salud reproductiva» luego que el Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani, denunciara la existencia de grupos ideológicos que recurren a la liberalización de nuevas formas de aborto bajo este pretexto.
.- Un destacado experto en temas de sexualidad ySegún el psiquiatra René Flores, el Arzobispo «no hace más que coincidir con las reservas del Perú acerca del término manifestadas en las conferencias internacionales de El Cairo y de Beijing».
Recordó que «no se sabe con exactitud quién y como se creó el concepto de salud reproductiva» pero el término fue mencionado explícitamente por primera vez en la Conferencia Mundial de Población y Desarrollo de 1994.
Flores denunció que «en el Perú el concepto de ‘salud reproductiva’ viene siendo aceptado por dirigentes, políticos y de la salud, sin mayor análisis y fundamentación propia, acogiendo pasivamente los desarrollos argumentativos que provienen del exterior».
Advirtió que «lo real es que a través de la ‘salud reproductiva’ se trata de promover lo que hoy conocemos como la ‘reinterpretación’ de los derechos humanos clásicos que están firmemente establecidos desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948″.
«Bajo el paraguas de la ‘salud reproductiva’ se encubre entre otros propósitos: las esterilizaciones forzadas; esconder información sobre los efectos abortivos y secundarios de algunos anticonceptivos; argumentar que el embarazo empieza en la implantación del óvulo fecundado y no en la concepción (por ejemplo para aprobar la píldora del día siguiente) y tratar de evitar el derecho a la objeción de conciencia de los médicos en la legislación sobre salud».
Según Flores, «el tratamiento que se da a la ‘salud reproductiva’ en los parlamentos y los medios tiene bastante en común con el seguido para otras materias vinculadas con la misma, como son los derechos sexuales, derechos reproductivos, salud sexual, despenalización del aborto, género, perspectiva de género, diversidad sexual, matrimonio homosexual, anticoncepción de emergencia«.
«Las iniciativas sobre las materias mencionadas cobran la forma de proyectos de ley, normas de diferente rango, planes y programas, congresos y seminarios, que buscan la adhesión de autoridades, líderes políticos y gobiernos –a nivel central, regional y local–, colegios profesionales, a fin de que la idea de la ‘salud reproductiva’ alcance legitimidad social y legal«.
En este sentido, precisó que «para llevar adelante sus propósitos los gobiernos de los países desarrollados y las grandes fundaciones filantrópicas asentadas en estos realizan múltiples acciones a nivel mundial mediante el apoyo político y la financiación de organizaciones tanto de Naciones Unidas –principalmente el Fondo de Población (UNFPA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF)– como de ONGs constituidas para estos fines en los países pobres».
«En los países latinoamericanos actúan a través de organizaciones feministas –en el Perú por ejemplo a través de Manuela Ramos y Flora Tristán– que dicen representar a las mujeres y tratan de ocupar posiciones estratégicas en los Sectores de Educación, Salud y el Parlamento, haciendo lobby ante las autoridades y los medios de comunicación», indicó.
Asimismo, destacó que «algunas personalidades de la política y de la clase dirigente –unos por convicción y otros por conveniencia– apoyan estas ideas y propuestas, contribuyendo, muchas veces sin saberlo, a llevar adelante políticas sociales y demográficas y concepciones ideológicas diseñadas fuera del Perú».
Fuente: Aciprensa