Dónde la familia funciona hay solidaridad entre las personas, incentivo para pensar en el futuro, apertura a la vida, enseñanza del amor como clave de la relación interpersonal y un salir de si mismo para pensar en los demás que genera hábitos de generosidad y construcción social.
Europa no saldrá de la crisis económica y social, en la que está inmersa, sino se fortalecen las familias europeas. Europa debe renunciar al mito relativista de que en materia de sexualidad y familia todo vale por que no es antropológicamente cierto. La familia está en el origen de las sociedades, las sociedades viven sobre la trabazón social que generan las relaciones familiares y las sociedades mueren en el individualismo egoísta pos familiar que aísla a las personas, rompe las relaciones sociales, genera hábitos de consumo irresponsable y posibilita un estatismo limitador de las libertades.
Necesitamos familias que funcionen, familias estables y fuertes abiertas a la vida para que se recreen las bases humanas de una sociedad económicamente viable.