El momento más enternecedor de una madre suele corresponder al instante en el que ve a su bebé por primera vez. Emily Cressey es una madre escocesa de 34 años que dio a luz a su niña el pasado domingo. La de Emily es una historia especial y compleja, la recién nacida ha pesado algo más de 500 gramos. De hecho ha nacido tan pequeña, que estaba dentro del plazo para sufrir un aborto.
En maternidad ya han asegurado que la niña crece con normalidad y en poco tiempo ha doblado su peso. Con tres hermanos mayores, Emily reconoce que esta ha sido una experiencia vital incomparable. «Sentí que las enfermeras me daban al bebé y ella se acurrucaba contra mi pecho», declara la madre. Unos meses de incubadora harán que la pequeña Emily pueda crecer tranquila en familia.