Autor: Fernando Sarráis
Editorial: EIUNSA – TECONTE
La afectividad tiene un papel de primer orden en la lucha por ser feliz. Entender bien cómo surgen las emociones y los sentimientos positivos y negativos en cada persona y cómo influyen en el funcionamiento psíquico global y en la conducta, permite conocer cómo es la propia personalidad, si es sana o enferma.
Para conocer el funcionamiento afectivo hay que desarrollar la capacidad de introspección, que es el hábito de preguntarse cómo me siento en este momento, cómo se llama el afecto que siento, qué intensidad tiene, qué lo ha provocado, si es proporcionado y adecuado a la causa que lo produce y cómo está influyendo en mi funcionamiento mental y en mi comportamiento actual.
Cuando se tiene un buen conocimiento de la propia afectividad es más fácil poder utilizarla en armonía y equilibrio con la razón y la voluntad, para evitar conflictos y tener más energía para superar las dificultades que surgen en el camino que lleva a la felicidad propia y para hacer felices a los seres queridos.