El presidente en funciones de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, ha rechazado promulgar las leyes aprobadas por el Parlamento que permitirán la adopción a los homosexuales y facilitará el aborto en el país luso.
El Parlamento portugués es de reciente constitución tras las elecciones del pasado año y estas dos medidas han sido de las primeras que se han planteado y votado en el Parlamento.
En palabras del presidente en funciones sobre la ley de adopción por parte de homosexuales, recalcó que la nueva ley «introduce una alteración radical y muy profunda permitiendo la adopción plena y sin restricciones a parejas del mismo sexo, algo que siempre había sido excluido por la legislación en vigor». «Es importante asegurar que un cambio tan relevante en una materia de gran sensibilidad social no entre en vigor sin ser precedida de un amplio y esclarecedor debate público», abundó.
En lo referido al aborto, ha declarado que las medidas «disminuyen los derechos de información y eliminan la obligatoriedad de un acompañamiento técnico y especializado durante el período de reflexión» de la mujer que pretende abortar.
En Portugal, el presidente tiene potestad para vetar absolutamente las leyes aprobadas directamente por el Gobierno pero no así por el Parlamento, que está obligado en última instancia a promulgar. Lo que es evidente es que Aníbal Cavaco Silva es coherente con sus principios que ha defendido, y defiende, hasta el final en cuestiones tan delicadas como son éstas.