Un reciente informe basado en un análisis con datos estadísticos sobre la pornografía a nivel internacional, ‘Pornhub’s 2015 Year in Review’, publicado en Pornhub Insights, demuestra que el mundo ha visto un montón de pornografía en el año 2015: más de 21.000 millones de visitas.
Además, hubo “4.392.486.580 horas de porno que fueron vistas en Pornhub”. Y “la duración media de todo el mundo para una visita a Pornhub fue de 9 minutos y 16 segundos”, información obtenida del estudio mencionado.
España se encuentra entre los 20 países que más consumen pornografía en el mundo, ocupa la 13 posición según este estudio. Además, el estudio analiza con más detenimiento el consumo por comunidades autónomas. El portal Forum Libertas muestra en diversos artículos publicados estas últimas semanas, qué es lo que buscan los internautas españoles cuando de pornografía se trata.
El catedrático de Ciencias Políticas en la Louisiana State University, James R. Stoner, Jr., y la catedrática en la University of Rhode Island, Donna M. Huges, concluyen en su libro Los costes sociales de la pornografía que «los costes sociales son muy elevados, y los riesgos derivados de su fácil acceso pueden ser aún mayores. La pornografía es cada vez más accesible y ‘extrema’, perjudicando no solo a mujeres y niños inocentes sino también a sus usuarios».
«La pornografía daña la ecología moral de la sociedad actual. Desgarra vidas y comunidades y, como Roger Scruton apunta de manera memorable más adelante, incluso el amor», añaden estos autores.
Los Obispos Católicos de Estados Unidos han emitido recientemente un documento sobre la pornografía, Crea en mi un corazón puro. La finalidad del documento, como se recoge en el prólogo, es la de generar conciencia sobre la presencia tan extendida de la pornografía en la sociedad y los daños que ésta provoca en las personas y en las familias.