La Luna dio a Jack Escarcha poderes sobre el frío, la nieve y la ventisca, con los que poder alegrar la vida de los niños. Al igual que Santa Claus -en la película llamado Norte-, el Hada de los Dientes, el Fabricante de Sueños y el Conejo de Pascua, tiene un don especial, pero él es un personaje solitario, en el que los chavales no creen. Por ello se toma con cierto escepticismo el nombramiento de Guardián por parte de la Luna, para hacer frente a Sombra, un siniestro personaje que pretende ocupar las mentes de los niños con oscuras pesadillas.
Adaptación del libro «El origen de los guardianes» de William Joyce, se trata de un cuento entregado con una cuidadísima animación, muy llamativa en 3D, no en balde se trata de una producción de la división animada de DreamWorks. Dirige el desconocido Peter Ramsey, que se estrenó en tareas animadas tras las cámara con una secuela de Monstruos contra alienígenasconcebida para el mercado doméstico.
Aunque se trata de un film entretenido, con el clásico planteamiento de protagonista que debe encontrar su lugar en el mundo, su óptica es demasiado infantil, arriesga poco en las ideas más prometedoras y que podían haber conectado con los adultos, poco desarrolladas: que los guardianes se han convertido en unos «teóricos» desconectados del mundo infantil, y que la historia de Jack Escarcha presenta un inquietante parecido con la de Sombra, ambos son dos marginados.
Así que la emoción genuina en El origen de los guardianes sólo se hace presente en un par de ocasiones, se prefiere la animación apabullante con mucha acción, y algunos detalles humorísticos y sensibleros algo obvios.