El Gobierno dice a la Iglesia que el matrimonio gay «no irá contra nadie». El alcalde de la Coruña, Francisco Vázquez, rechaza que los homosexuales puedan adoptar porque «se olvidaría el derecho del niño», aseguró.
Vázquez precisó que en este tema su postura es similar a la que mantiene en el caso del aborto, donde «a veces se olvida el derecho a la vida» para salvaguardar el derecho de las mujeres, señaló en declaraciones a la Cadena Cope.
En declaraciones a la cadena Ser, el titular de Justicia respondió a las afirmaciones pronunciadas este domingo durante la celebración de Santiago Apóstol por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, quien defendió el matrimonio «esencialmente heterosexual».
Tras apuntar que «la Iglesia puede regular canónicamente el matrimonio como sacramento», López Aguilar señaló que «desde ese mismo respeto que el Gobierno profesa a la Iglesia, reclamará respeto a lo que para la mayoría de la sociedad está fuera de discusión». «Nadie va a discutir a la Iglesia su autoridad para regular el sacramento del matrimonio, o el matrimonio como institución jurídica que se ejerce dentro de su confesión, pero el Estado reclamará para sí la autoridad y el compromiso ciudadano para regular una institución civil de acuerdo con la ley civil», subrayó.
Distinguir «esferas» de actuación
Contra la opinión manifestada la pasada semana por la Conferencia Episcopal, el ministro incidió en que la reforma que posibilitará el matrimonio entre personas homosexuales «no irá contra nadie», añadiendo que la sociedad española «sabe separar perfectamente las esferas de la Iglesia y del Parlamento democrático», por lo que el Gobierno «reclamará a las instituciones eclesiásticas la misma capacidad de distinguir lo que le corresponde a cada uno».
En cuanto a la participación del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la ceremonia celebrada en la catedral de Santiago, López Aguilar apuntó que «es normal que las autoridades civiles estén presentes en ceremonias con dimensión cultural, tradicional o simbólica de especial envergadura», lo cual «no quiere significar una apuesta de compromiso religioso». Del mismo modo, añadió que Rodríguez Zapatero ha mostrado de forma reiterada «su actitud personal laica y no confesional».
Por otro lado, y en relación a una posible modificación de los Acuerdos Iglesia-Estado de 1979, el ministro de Justicia apuntó que dichos acuerdos «fueron suscritos en un momento en que la Constitución no estaba plenamente afirmada», si bien recordó que «no está en nuestro programa denunciar ni modificar los acuerdos de la Santa Sede con el Gobierno».
Sin embargo, advirtió que el PSOE «tiene compromisos públicos muy expresos de afirmar la entidad no religiosa de instituciones, como la educativa, que se ha deslizado en los años del Gobierno del PP hacia posturas muy próximas a los postulados de la Iglesia». Entre ellos, el cambio en el régimen de contratación del profesorado de Religión, que «debe ser compatible con la Constitución y el Estatuto de los Trabajadores».