Los programas electorales que presentan un proyecto de sistema único de educación, dirigido por el Estado, y que no aceptan otros modelos se corresponden con las ideas totalitarias que los generan. Últimamente, el partido Ciudadanos se ha manifestado a favor de un proyecto único, mixto y laicista.
En la sección de la Constitución Española titulada: «De los derechos fundamentales y de las libertades públicas«, el artículo 27, en su punto 3 dice que «los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones».
Son frecuentes y repetitivos los incumplimientos de los poderes públicos para asegurar los derechos de los padres en materia de educación: la Junta de Andalucía, a la hora de denegar conciertos; la Generalitat, cuando no atiende ni se esfuerza por cumplir la voluntad de las familias que desean la enseñanza en castellano para sus hijos, etc.
España, desde el inicio de la Democracia, en los últimos cuarenta años ha tenido 7 leyes educativas que no han conseguido mejorar la calidad de la enseñanza. Dos generaciones de españoles y sus familias han tenido que soportar tanta torpeza de nuestro dirigentes; no contabilicemos las 17 interpretaciones que de cada una de ellas se han hecho en cada una de las autonomías.
España necesita una escuela de calidad que forme alumnos excelentes y esto sólo se puede conseguir si se devuelve a las familias el derecho de elección y dirección de la educación que la Constitución les reconoce y si en un contexto de autonomía de gestión de los centros, se refuerza a los docentes con el estímulo del reconocimiento de su autoridad y la posibilidad de una carrera profesional que incentive los mejores rendimientos en la formación de sus alumnos.
Se oye a menudo la palabra consenso pero ¿entre quiénes? ¿Entre los partidos políticos? El consenso, el acuerdo y las ganas de trabajar en común debe ser entre los diferentes agentes del mundo educativo: padres, maestros, titulares de centro. Y todo, como dice la Constitución, con la garantía del Estado de poner los medios para que se cumplan los acuerdos alcanzados entre los protagonistas de la educación.
Desde el Foro de la Familia proponemos y alentamos a que se promueva un pacto educativo entre los diferentes agentes el proceso educativo de nuestros hijos, con un protagonismo fundamental de padres y profesores y todo, bajo el amparo y protección del Estado independientemente del partido gobernante.