El pasado 27 de mayo, el Consejo de Ministros aprobó a propuesta de la ministra de Sanidad, Leire Pajín, el proyecto de Ley Integral de Igualdad de Trato y la No Discriminación con el que se pretendía retirar las subvenciones públicas a los centros escolares diferenciados.
Sin embargo, este tipo de centros han ido creciendo y extendiéndose por varios países en sus distintas modalidades: separación total de los alumnos y alumnas, separación sólo en algunas materias, durante toda la instrucción académica, restringiendo algunos ciclos.
Es el caso, por ejemplo, de Estados Unidos, donde la enseñanza diferenciada ha crecido de forma exponencial desde 2003 en escuelas no confesionales hasta llegar a cotas sorprendentes. Si hace ocho años apenas había media docena de centros diferenciados en territorio estadounidense, a día de hoy los centros públicos que funcionan con ese tipo de educación ronda el medio millar, según informaba el diario El País el pasado 3 de octubre.
Este espectacular avance está avalado por la innegable mejora de los resultados académicos para ambos sexos si se estudia por separado, a pesar de los argumentos que esgrimen quienes son partidarios de los colegios mixtos.
Dudoso estudio y una realidad incuestionable
En ese sentido, a finales de septiembre la revista Science publicaba un artículo, La seudociencia de la escolarización por sexos, en el que se aseguraba que los datos de mejoras académicas en la escuela diferenciada no son sólidos y que lo único que se conseguía es aumentar el sexismo y solidificar los estereotipos.
Pero, ese estudio ha sido cuestionado por quienes defienden con cifras estadísticas y resultados los beneficios de la escuela diferenciada, ya que, además, los autores del mismo pertenecen a una asociación en defensa de la coeducación.
Son varios los autores que muestran, en base a resultados, las ventajas de la enseñanza diferenciada por sexos. Eduardo López López, de la Universidad Complutense de Madrid, publicó el año pasado una revisión de una serie de estudios a favor y en contra y concluyó, entre otras cosas, que la escolarización single sex “es una opción estadísticamente más valiosa que la coeducativa, en particular bajo ciertas circunstancias -concretamente para las chicas y en especial si proceden de minorías desfavorecidas-”, cita El País.
Por otra parte, María Calvo Charro, profesora de la Universidad Carlos III y presidenta de la Asociación Europea de Centros de Educación Diferenciada (EASSE) se sorprende de que el artículo de Science tache de seudocientíficos los estudios en los que se basa la administración de Obama, que ha promovido este tipo de escuelas.
“La práctica, lo que estoy viendo allí a diario es el éxito académico. Y no de niños pijos de colegios privados, sino de color, de Harlem, condenados al fracaso escolar. Muchos son el único miembro de la familia que se escolariza, casi todos tienen algún pariente en la cárcel”, explica.
Zapatero quería eliminar las ayudas
En España, “la gente piensa que allí los alumnos son de clase alta y van con el rosario colgando. Yo recomiendo que vayan y verán que hay muchos inmigrantes, laicos, porque son colegios concertados donde debe entrar quien pide plaza y cumple requisitos. Es gente que lo necesita y no tiene dinero para pagar un privado”, afirma Calvo Charro.
“Es mucho más fácil explicar a un grupo homogéneo y diferenciado. El niño se siente mucho más tranquilo que en clases mixtas, donde está más pendiente de gustar al de al lado que de atender lo que les dice el profesor”, añade esta experta.
A pesar de esta realidad, en España las escuelas segregadas públicas no existen, y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero pretendía retirar las subvenciones públicas a las escuelas diferenciadas concertadas con el proyecto de ley presentado por la ministra Pajín.
El Gobierno socialista se alejaba así de cualquier tipo de enseñanza diferenciada ya que su apuesta es por la coeducación. De hecho, de haber sido aprobada la ley que proponía el Ejecutivo de Zapatero, los 67 centros diferenciados concertados en España hubieran tenido que suspender el concierto económico.
Afortunadamente, el adelanto electoral de unos comicios que se celebrarán el próximo 20 de noviembre no ha dejado tiempo para aprobar la ley y, según las previsiones electorales, parece poco probable que pueda llegar a convertirse en una realidad.