A un mes de las elecciones generales, los partidos políticos están recibiendo de la sociedad civil española del orden de 300 propuestas de apoyo a la familia a través de los diferentes grupos que tienen como principal objetivo la defensa de la familia.
Nuestros políticos no pueden dejar de escuchar el sentir de las familias españolas y no pueden hacer o promover medidas políticas buscando una mínima cantidad de votos que nunca van a tener.
Deben mentalizarse de que el progreso de un país se consigue perfeccionando, aún a costa de un fuerte sacrificio, su pilar fundamental que es la familia, fuente de impulso económico, la mejor escuela de formación del ser humano y, como refiere un vídeo que circula por internet, la mejor red social que existe.
Los españoles necesitamos dirigentes dispuestos a apoyar y defender la institución familiar.
Promover auténticas medidas conciliatorias, promover un aumento importante en los permisos de maternidad para prolongar el natural vínculo que desde la concepción existe entre madre e hijo, aumentar las prestaciones universales por hijos, ofrecer ayudas reales a las familias numerosas, enfrentarse responsable y resolutivamente al grave problema demográfico que tenemos y un sinfín de carencias que tienen las familias españolas, exige gobernantes con un valiente espíritu de servicio a los ciudadanos.