En tal tesitura, pide un deseo de cumpleaños, que los demás tengan una jornada espantosa, para que se enteren, y que él en cambio, tenga un buen día. Para su sorpresa, el deseo empieza a convertirse en realidad.
La cinta que dirige Miguel Arteta, entronca con cintas como Big o Ponte en mi lugar, en que por arte de magia, las cosas suceden de un modo diferente al acostumbrado. También, en lo referente a sentirse diferente al resto de la familia, el pequeño Alexander nos puede hacer pensar en el niño Kevin de Solo en casa. En cualquier caso la sencilla trama permite orquestar un buen puñado de situaciones cómicas, algunas muy físicas, a la vez que surgen los buenos sentimientos de todos los componentes del clan Cooper, como no podía ser menos.
Hay acierto en la selección de los actores adultos, la encantadora Jennifer Garner y el tronchanteSteve Carell, sublime cuando trata de encandilar a unos jóvenes tipo Steve Jobs que le quieren fichar para que diseñe un videojuego. En cuanto a los poco conocidos chavales, cumplen sobradamente, especialmente Ed Oxenbould, que como Alexander debe soportar gran parte del peso narrativo de la película.