La familia no es de izquierdas ni de derechas. Es de todos, y todos somos parte de una familia. Es por tanto muy triste la polémica que ha levantado la Ley de Familia que el Gobierno de la Región de Murcia acaba de presentar.
Se trata de una norma necesaria, que quiere situar a la familia, la célula nuclear de la sociedad, en el lugar en el que le corresponde. Esto es lo que el Foro de la Familia lleva años reclamando, y en lo que hemos trabajado arduamente. Un documento que tuviera en cuenta a todas las familias, con especial mención a las más necesitadas y a menudo abandonadas, las numerosas, familias con personas dependientes a cargo y las monoparentales. Una ley sin ideología, en la que todos pudiéramos sentirnos representados, en especial quienes no encontraban su sitio entre las normas de la Región.
Nosotros hicimos una propuesta de ley que registramos en las Asamblea en 2017. Hemos hablado con cada uno de los grupos políticos con representación en las cortes regionales, de todos los colores, para presentársela, mostrar nuestras ideas y recibir sus reacciones y posibles rectificaciones. Nadie se echó las manos a la cabeza ni la calificaron de “retrógrada, o regresión de derechos de las mujeres”.
Y no lo es, porque se trata de una propuesta en cuya elaboración han participado mujeres, han participado padres y madres de familias numerosas y madres de familia monoparental. Su experiencia, sus necesidades expuestas… todo ello está recogido en el articulado que desde el Foro presentamos a la Asamblea y a los partidos de la Región.
Una norma imprescindible y de consenso
Nuestro objetivo siempre ha sido lograr el mayor consenso posible para lograr la mejor Ley de Familia posible. Apostamos por una igualdad real para todas y cada una de las 400.000 familias murcianas, sin perdernos en preámbulos ideológicos.
Es por ello que, observamos con profunda zozobra y desasosiego todo lo que está ocurriendo. En lugar de aprovechar la familia como punto de encuentro, de consenso y de partida, se ha aprovechado para sacar a relucir ideologías y sembrar la división, con rupturas institucionales y con pactos sin la mitad de los partidos de nuestra región.
Y llegamos al artículo 74. El que señala que “el aborto es un fracaso de la sociedad”. Es una adenda personal del presidente López Miras. Aunque estamos de acuerdo con la máxima, no estaba en nuestro texto.
Y no lo está porque creemos que la protección de la mujer embarazada merece una ley propia, y, de hecho, ya existe y está aprobada en la Región desde hace 9 años: La ILP Red Madre. Hace casi una década que la sociedad murciana recogió las firmas suficientes para llevar al parlamento una ley que protegiera y ayudara a las mujeres embarazadas a llevar a término su embarazo, a no condenarlas a la salida siempre dañina del aborto. Una ley que sigue parada, por cierto.
Lo que sí incluye el texto, el espíritu de la ley son las medidas que apoyan a las familias. A todas. Que es de lo que deberíamos estar hablando y negociando.