Después de los 40.000 del año pasado, fueron 45.000 los manifestantes este año presentes en las calles de París este domingo 25 de enero para decir “no” al aborto, a la eutanasia y a la cultura de la muerte.
“En el momento en que François Hollande quiere llevar a cabo una reforma de la ley del final de la vida que va a legalizar algunos actos de eutanasia”, destacan los organizadores, “los manifestantes se han unido en torno a Viviane Lambert”, la madre de Vincent Lambert, tetrapléjico de 38 años en estado vegetativo cuya suerte desgarra a su familia.
Los participantes en la marcha expresaron varias reivindicaciones referentes al fin de la vida, entre ellas el rechazo a toda sedación destinada a provocar la muerte, así como el desarrollo de los cuidados paliativos.
La portavoz de la marcha por la vida, Julie Graziani, hizo balance de esta marcha 2015 ante los micrófonos de Radio Vaticano:
“Estamos muy contentos porque con 45.000 personas hemos hecho un poco más que el año anterior, lo cual confirma que los efectivos de la marcha están en crecimiento desde hace diez años –declaró-. Este es un buen signo, quiere decir que las ideas ganan terreno”.
Graziani mostró su satisfacción por la acogida reservada al tema de esta marcha y dijo que los manifestantes coincidían en oponerse tanto a la eutanasia como al aborto, sobre todo así como se practica hoy en día. “Han entendido que de hecho había estas dos puntas de la cadena, con la marcha por la vida”, señaló.
Sólo hubo un aspecto débil, a ojos de la portavoz de la Marcha por la vida: el trato de los medios de comunicación, que no han anunciado la marcha anteriormente, han reducido la cifra de participantes y no han dado una gran resonancia al acontecimiento.