Su intervención el lunes 25 de noviembre en el Seminario de Oviedo llevará por título Retos para la familia en el siglo XXI. ¿Qué valoración hace de la situación de la familia en España en la actualidad?
España sigue siendo una de las sociedades más familiares de Europa, donde aún más gente vive en familia. Sin embargo, tenemos un serio problema, porque está cayendo la tasa de nupcialidad, y cada vez más gente rompe su matrimonio. Por eso, estamos pasando de una situación razonablemente buena, a una situación preocupantemente mala. Esto es resultado, entre otras cosas, de las leyes tan nocivas para el matrimonio que se aprobaron en el año 2005: la del divorcio express y la que equiparó el matrimonio a las uniones del mismo sexo, porque ambas leyes ayudaron a difuminar la esencia del matrimonio en la conciencia colectiva. España necesita leyes que le hagan justicia al matrimonio y a la familia, reconociendo sus características esenciales y políticas publicas porque es una institución esencial para la persona.
¿Qué sucede en esos otros países que, según usted, la familia no está tan presente?
Es un tema que preocupa a todas las sociedades europeas, porque hay una conciencia clara de que cuando la familia fracasa, al Estado se le crea un problema grave porque tiene que suplir las labores de asistencia que la familia hace gratuitamente, además es mucho más ineficaz que la familia. Eso se manifiesta en pobreza femenina, personas mayores y discapacitados que no tienen quién les cuide, y niños con graves problemas. La familia siempre cuida y atiende y, cuando fracasa la familia, empezamos a tener unos problemas muy serios. Además esto se une al grave problema demográfico que tenemos, y eso pone en peligro el sistema de pensiones y nuestro sistema del bienestar.
Pero por mucho que las leyes hayan hecho daño a la institución familiar, a nadie le gusta divorciarse. ¿Qué es lo que está pasando para que suceda con tanta frecuencia?
Las leyes no lo son todo, es obvio. Pero pueden reforzar lo mejor de nosotros mismos, o facilitar lo peor de nosotros mismos. No nos hacen santos ni pecadores, pero nos pueden ayudar. El problema de fondo no son las leyes sino las personas. Cuando uno tiene en la cabeza que la solución razonable es el divorcio ante los problemas, entonces se divorcia. Y cuando tiene en la cabeza que hay que solucionarlo, se soluciona. Es como la relación con los hijos: si a los padres se nos animase a echarlos de casa, acabaríamos haciéndolo algunos en un momento de desesperación. Pero como sabemos que es una responsabilidad para toda la vida, cuando hay problemas intentamos arreglarlos. Hay que hacer políticas familiares y crear convicciones familiares.
Asturias es ya la décima región que contará con una ley para proteger a la mujer embarazada en riesgo de exclusión gracias a una Iniciativa Legislativa Popular. ¿Qué va a pasar a partir de ahora?
Pues que va a contar con una ley que garantizará el derecho de las mujeres embarazadas en situaciones problemáticas a recibir ayuda, información y apoyo. Eso sí, ahora depende mucho de que se le dote bien económicamente. En las Comunidades en las que así sucede, como son Galicia y Castilla y León, las medidas son ejemplares. En otras no han implementado la ley con recursos económicos y su eficacia es muy pequeñita. La mujer tiene derecho a ser madre y que le ayudemos a ser madre. Hay que ayudarla a que ella decida a apostar por la vida.
Usted afirmó que no estaba de acuerdo con que a la mujer que desease abortar se le enseñara la ecografía de su hijo…
No, no estoy de acuerdo con que se obligue a ver la ecografía, estoy de acuerdo con animarla a verlo. Pero ese proceso de convicción debe hacerse en un proceso de diálogo y no como una obligación, porque lo que se burocratiza y se hace por ley no tiene eficacia. Creo que no es algo que deba imponerse por ley, sino que hay que animarla a enfrentarse a la ecografía de su hijos.
¿Por qué cree que el Gobierno está tardando tanto en aprobar la reforma de la Ley del aborto?
Es un tema que desearía que estuviera aprobado hace ya un año, pero creo que hay promesas muy en firme con calendarios bastante precisos y creo que será inminente. Ojalá un buen proyecto de ley nos haga olvidar todo esta espera que nos ha desesperado. Lo que ha dicho el Ministro es que no va a haber sistema de aborto de plazos, como ha venido sucediendo desde el año 1985 al 2010, que se va a tomar muy en serio la acreditación de que existen ciertas excepciones, suprimir que puedan abortar menores sin conocimiento de los padres, etc.
¿Por qué surgió una iniciativa como el Foro de la Familia?
En el año 1999, en Galicia, durante un encuentro de Asociaciones Familiares, surgió esta idea porque nos dimos cuenta de que existían numerosas asociaciones familiares pero con muy poca presencia pública. La idea era crear una sola, para trabajar conjuntamente y que tuviera una presencia pública más relevante, así como una relación más fluida con la administración y con los medios de comunicación. Todo ello sin suplantar la tarea propia y específica de cada asociación.