Estamos viviendo una ocasión histórica que apela a la responsabilidad de quienes no estamos dispuestos a acostumbrarnos a una sociedad que banaliza el aborto. Por primera vez en la Europa occidental, un país, España, puede dar ejemplo de que la prograsiva admisión legal del aborto es reversible. El anuncio el ministro de Justicia de la derogación de la Ley de 2010 para sustotuirla por una Ley que proteja la maternidad y restrinja el aborto, coloca a España a la cabeza de los países que están caminando hacia la recuperación de la protección de la vida en sus leyes.
Gran parte de los estados federados de Estados Unidos estan caminando desde hace años en esta línea de restricción del aborto y progresiva protección de la maternidad, al igual que lo están haciendo varios de los países de la antigua Europa comunista, como es el caso de Polonia. Al mismo tiempo, en gran parte de la América Latina, la resistencia a los intentos de legalizar el aborto adquiere cada vez más fuerza, como se está viendo en México, Nicaragua o Chile.
Es en consecuencia ésta la hora en que los defensores de la vida debemos hacer un especial esfuerzo por hacer presente nuestro clamor ante la sociedad. Acudir a las concentraciones del sábado 24 con motivo del Día Internacional de la Vida es, en consecuencia, una obligación moral para dar un impulso a este movimiento creciente de compromiso con la cultura de la vida que se extiende por el mundo.